Campamento urbanos, los mejores aliados en verano de los padres ocupados

Que aprendan y se diviertan. Eso es lo que quieren muchos padres para sus hijos cuando llega el verano, se despiden del colegio e irrumpe el quebradero de cabeza de todos los años: qué hacer con los más pequeños de la casa, quienes encuentran en los campamentos urbanos su mejor refugio estival.

Las colonias urbanas están cerca de casa, son más baratas que los campamentos al uso y también sirven para que los niños sigan aprendiendo en vacaciones de una forma totalmente diferente a la que dicta el colegio.

Relacionados con la literatura, el deporte, la ciencia, la tecnología o incluso la astronomía, la oferta de estos campamentos es cada vez más variada, quizás porque los padres son cada vez más exigentes.

Desde La Casa del Lector, situada en el recinto cultural de Matadero (Madrid), este año a los niños de su campamento urbano -conocido como Campamento de Lectura- les toca aprender de Julio Verne, pero sin exámenes.

Concebido para niños de entre 4 y 14 años, divididos en grupos de edad, el campamento procura que los participantes conozcan algo más de la obra del creador de historias como "Viaje al centro de la Tierra", "Veinte mil leguas de viaje submarino"o "La vuelta al mundo en ochenta días".

"Nuestra herramienta es el juego; intentamos que se aprenda de una manera lúdica, desde la experimentación y el juego", explica a Efe Almudena de Benito, fundadora de Chiquitectos, firma encargada de uno de los talleres del curso.

De Benito, que también es arquitecta, explica cómo a partir de actividades lúdicas procuran "despertar el interés de los niños por Verne, así como que aprendan conceptos de arquitectura como la escala, la proporción o cómo esta influye en la vida".

También relacionado con una institución cultural, la madrileña Casa Encendida sorprende al proponer un campamento urbano -en turnos de cinco días, como el de la Casa del Lector- sobre astronomía.

Se llama Arstronomy y aprovecha la exposición del mismo nombre, sobre los misterios del universo, para inspirar actividades para los más pequeños relacionadas con la conquista del espacio, la astronomía o la ciencia aeroespacial y con el arte, la literatura y el medio ambiente como nexos conductores.

Experimentos sobre la luz, el agua, el sonido, el magnetismo o la biología harán las delicias de los más pequeños en el campamento urbano Laboratorio Vivo, que corre a cargo, en este caso, del innovador centro Medialab Prado.

La duración media de todos estos campamentos ronda la semana, pudiendo participar en varios turnos; su precio oscila entre los 65 euros del más barato por semana hasta los 90 euros la semana del más caro, lo que los convierte en una opción atractiva para los padres y enriquecedora para los niños.

"Se lo pasan genial, nosotros también, pero ellos disfrutan un montón", confirma De Benito, quien, además de trabajar en los campamentos urbanos de la Casa del Lector, también es madre y conoce las bondades de este tipo de actividades.

La arquitecta confiesa que para ella, como madre, "el campamento urbano es una muy buena solución"y, como a tantos otros padres ocupados, también le "resuelve la vida", ya que es imposible hacer coincidir las vacaciones con las de los hijos.

"Esto no es un aparcaniños, los padres buscamos que los hijos estén bien, que lo pasen bien, pero que haya un plus", resalta De Benito, quien sabe como pocos el día a día en estos campamentos.

La experta señala que estos cursos sirven para "abrir la mente"de los más jóvenes, que rápidamente "se involucran y se lo pasan bien". Y eso, al fin y al cabo, es lo más importante.

Costeau en el Zoo de Madrid

Aunque a algunos todavía les cuesta recordar quien fue, otros lo tienen claro. Con los documentales de Jacques Costeau hemos conocido más el mundo del silencio como él lo llamaba. Y qué mejor manera de hacerlo que con él. Aprovechando el vigésimo aniversario del Zoo Aquarium de Madrid, los más pequeños se sumergen y aprenden a disfrutar con ellos. Son especies amenazadas, por eso es importante que sepan que hay que cuidar el mar y menos de plástico porque tardan años en degradarse.

Campamentos de verano con un mensaje claro: "Para cuidar el mar, no hay que contaminar"

Cuidar nuestras aguas y respetar a nuestros animales.