Acoso sexual
Los presuntos violadores de San Fermín, a la espera de un vis a vis con sus novias
Las parejas de dos de los presuntos violadores de San Fermín los visitan en prisión los fines de semana. De momento son encuentros de 40 minutos a través de un cristal.
Las parejas de dos de los presuntos violadores de San Fermín los visitan en prisión los fines de semana. De momento son encuentros de 40 minutos a través de un cristal.
Los cinco acusados por la presunta violación de una joven madrileña de 18 años en los pasados Sanfermines ingresaron en prisión «cantando». «Venían como si no hubieran hecho nada. Creían que era cosa de dos o tres días. Hasta que no se vieron en televisión no fueron conscientes de la que se les venía encima». Aunque ahora sólo tres de ellos permanecen en la misma prisión, en el Centro Penitenciario de Pamplona, al principio ingresaron los cinco en ella. Pero sólo durante tres días, los que permanecieron en ingresos separados del resto de presos. Después, al no haber problemas, se mandó a tres de ellos al módulo normal y se procedió al traslado del guardia civil y el militar a otras dos prisiones.
José Ángel Prenda, Ángel Boza Florido y Jesús Escudero Domínguez se encuentran en el módulo 3 de Pamplona. Dos de ellos, Prenda y Boza, comparten celda y el tercero duerme con un preso común. Les viene a ver su familia y algún que otro amigo y en el caso de Escudero, la novia, quien «prácticamente no falta ni un fin de semana» al encuentro con su novio, al que, de momento, ve por cristales los fines de semana, ya que aún no tiene autorizados con él los vis a vis. El tiempo que duran las comunicaciones asciende a 40 minutos, que pueden compartir con hasta cuatro personas a la vez.
No es al único preso al que va a visitarle su pareja. A Antonio Manuel Guerrero Escudero, el guardia civil trasladado al Centro Penitenciario de Logroño, también va a visitarle regularmente su novia, así como su familia. Lo que llama la atención, dado el motivo por el que los cinco están siendo procesados. Y no sólo en una ocasión. Y es que la presunta violación de la madrugada del pasado 7 de julio en Pamplona no es la única. Todos ellos, salvo Ángel Boza, están siendo investigados también por un presunto abuso sexual que tuvo lugar dos meses antes, el pasado mes de mayo, durante la feria de Pozoblanco, en Córdoba.
El comportamiento de los cuatro, «de momento, es correcto». Antonio Manuel tiene televisión, al igual que en el caso de los tres presos de Pamplona, por lo que ya se les ha podido ver disfrutando de algún partido del Sevilla.
Los horarios cambian ligeramente. Los tres reos de Pamplona se levantan poco antes de las 08:00 de la mañana, que es cuando en esta prisión se lleva a cabo el recuento de presos, y a las 08:30 desayunan. Media hora después se cierran las celdas y van al patio. Es entonces cuando aprovechan para estar los tres amigos juntos. A las 13:00 comen y a las 14:00 tienen que ir a su celda, que se cerrará hasta las 16:30. Tiempo en el que unos aprovechan para dormir la siesta y otros a hablar entre ellos. Después vuelven al patio hasta las 19:30, que es cuando pueden hacer pesas, pasear o jugar al fútbol sala. Después cenarán y media hora después, a las 20:00, toca el cierre de celda.
En el caso de Manuel Guerrero, se encuentra en el módulo especial que hay en la prisión de Logroño para Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los internos de este módulo no se mezclan con el resto de presos. «Hasta el momento su comportamiento es correcto. En la celda que comparte con otro preso tiene televisión y siempre que quiere puede ir al economato presente dentro del módulo. No tiene ningún tipo de restricciones, ya que tiene un comportamiento normal. Sale al patio y hace deporte. Su día a día consiste en levantarse, recuento, a las 09:00 desayunar y después y hasta las 13:00 horas están en el patio. A las 13:00 horas los presos de este módulo comen y a las 14:00 están en su celda de la que no pueden salir hasta las 16:30, momento en el que se les permite ir al patio hasta las 20:00, que toca cenar, para una hora después volver a las celdas.
Respecto al quinto de los acusados por la violación de los Sanfermines, poco se sabe. Alfonso Jesús Cabezuelo se encuentra en la prisión militar de Alcalá-Meco. Salió oficialmente de la Unidad Militar de Emergencias (UME) el pasado 30 de agosto, dado que las plazas de esta unidad son de libre designación, por lo que le han echado antes del juicio al no ser ya un miembro de confianza, precisan desde la UME. No obstante, sigue siendo militar del Ejército de Tierra, ya que hasta que no lo condenen, en caso de hacerlo, no le pueden cesar del cuerpo. Eso sí, está suspendido de funciones y de sueldo, según los datos facilitados por el Ministerio de Defensa.
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