Portugal
Cuando repoblar con pinos mata a los caracoles
En la cuenca mediterránea, la reforestación con coníferas ha sido una herramienta de gestión común en la restauración de áreas degradadas y quemadas. Sin embargo, el efecto sobre la biodiversidad de estos hábitats repoblados se ha explorado poco a largo plazo.
Para evaluar el impacto de este tipo de actuaciones, investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Granollers, técnicos de la Diputación de Barcelona y del Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos (CIBIO) de la Universidad de Oporto (Portugal) han analizado las secuelas que ha dejado la repoblación sobre las especies de babosas y caracoles terrestres en el Parque Natural de la Sierra de Collserola, espacio protegido colindante a la ciudad de Barcelona.
Estos gasterópodos terrestres son indicadores de la calidad de los bosques y su estabilidad, debido a su estricta dependencia de las condiciones de microhábitat y su tasa de dispersión lenta.
“Comparamos la riqueza de especies en los siete hábitats más característicos del espacio protegido. Las principales conclusiones del estudio son que los bosques de coníferas y los bosques mixtos –con vegetación característica del sotobosque de los encinares– son los hábitats con las diversidades más bajas de gasterópodos terrestres, a la vez que las áreas con un alto nivel de heterogeneidad ambiental tienen las comunidades malacológicas más diversas”, declara a Sinc Vicenç Bros, de la Oficina Técnica de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona y coautor del estudio que publica la revistaBiodiversity and Conservation.
En las últimas décadas, el abandono del cultivo de las tierras y la reforestación con pinos están conduciendo a la homogeneidad del paisaje, que es para los autores del trabajo la causa más probable de la práctica extinción de seis especies de gasterópodos del Parque.
“Nuestros resultados proporcionan a las autoridades ideas sobre cómo adaptar los planes de gestión para mejorar la calidad del hábitat para caracoles terrestres y babosas. Más específicamente, resaltamos la necesidad de crear heterogeneidad paisajística para aumentar la biodiversidad de moluscos terrestres en las extensas y continuas áreas de bosque mixto de pino”, añade el experto.
Otra conclusión del trabajo es que las especies de caracoles asociadas a los medios humanizados son de poco interés para la conservación, como por ejemplo Cernuella virgata, Cornu aspersum, Rumina decollata. Por el contrario, tres especies endémicas más raras (Montserratina martorelli,Hypnophila boissii y Deroceras altimirai) viven casi exclusivamente en la capa de humus de los bosques húmedos del parque natural.
Algunas especies endémicas registradas en el trabajo fueron Oxychilus courquini y Xerocrassa penchinati, que ocupan espacios abiertos y preferentemente ambientes arbustivos y rupícolas –propio de paisajes rocosos–.
“La recuperación de los cultivos abandonados y la potenciación de espacios abiertos en la matriz forestal pueden ser prácticas de gestión recomendables para el mantenimiento de comunidades de gasterópodos terrestres de elevada riqueza, así como especies de interés para la conservación”, concluyen.
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