Cambios climáticos

El glaciar del Tíbet que intriga a los científicos

Una masa de 100 millones de metros cúbicos de agua se desplomó el pasado mes de julio. Los expertos hablan de una «extraña oleada glacial»

El inmenso bloque de hielo tras el derrumbe
El inmenso bloque de hielo tras el derrumbelarazon

Una de las mayores avalanchas de hielo jamás documentadas está dejando perplejos a los investigadores. Pero hay sospechas de que las fluctuaciones glaciares causadas por los cambios en el clima pueden tener la culpa.

Más de 100 millones de metros cúbicos de hielo y rocas se desplomaron el pasado 17 de julio por un angosto valle en el condado de Rutog, al oeste de la región autónoma de Tíbet, con tal virulencia que agrandaron incluso la estrecha garganta. A su paso, el alud causó la muerte de nueve pastores y de cientos de ovejas y de yaks.

Es, según los expertos, una de las mayores avalanchas de hielo documentadas, aunque lo realmente interesante está en la forma en la que se produjo, que mantiene intrigados a unos investigadores que ya han puesto la mirada en el cambio climático.

Según explicó el glaciólogo del Instituto de investigaciones de la Meseta Tibetana (ITPR) Zong Jibiao, que ha investigado lo ocurrido sobre el terreno, el hielo cubrió cerca de 10 kilómetros cuadrados con un espesor de hasta 30 metros.

Tal y como explica la revista Nature, solo hay otro suceso similar comparable a este: una avalancha del glaciar Kolka ocurrida en las montañas del Cáucaso de Rusia en 2002, que mató a 140 personas.

En el caso del Tíbet, sin embargo, los análisis preliminares muestran que la avalancha fue inusual, porque comenzó en un punto plano entre 5.200 y 6.200 metros sobre el nivel del mar y no en un terreno escarpado.

Además, explica la revista Nature, el hielo se desplomó casi un kilómetro a lo largo de un barranco estrecho y llegó hacia el lago Co Aru, a seis kilómetros de distancia.

Lo que ha ocurrido es muy desconcertante. La avalancha de Rutog empezó en un punto bastante plano, lo que no tiene sentido”, dice el también glaciólogo Tian Lide.

Entre las causas, estos expertos apuntan a la lubricación del hielo causada por la lluvia o un deshielo glaciar inusual, consecuencia del cambio climático, que ha elevado las temperaturas del Tíbet 0,4 grados cada década desde los años sesenta del siglo XX. Es decir, un crecimiento acumulado que ha ido minando los glaciares desde su interior hasta llegar al punto de colapso.

Andreas Kääb, glaciólogo de la Universidad de Oslo en Noruega, sostiene que tanto la avalancha de Kolka como la de Rutog podrían haber sido provocadas por una extraña oleada glaciar, que consiste en que el glaciar avanza de forma periódica, pero entre 10 y 100 veces más rápido que su velocidad normal.

Esta peculiaridad afecta solo al 1 por ciento de los glaciares de todo el planeta, aunque la presencia de estas oleadas súbitas en los glaciares del Tíbet es superior que en otros puntos de la Tierra.

Lo urgente ahora -advierten los científicos de la zona- es hacer un análisis de otros glaciares similares para evitar que esto pueda volver a ocurrir.