Mar Arábigo
El polvo del norte de África agrava los monzones en India
Un nuevo análisis de datos de satélites revela un vínculo entre el polvo en el norte de Africa y Asia occidental y monzones más fuertes en India. El estudio muestra que el polvo en el aire absorbe la luz del sol al oeste de India, calentando el aire y fortaleciendo los vientos que transportan humedad hacia el este, lo que se traduce en más lluvias del monzón alrededor de una semana más tarde en India.
Los resultados, que se han publicado en la edición de este domingo de 'Nature Geoscience', explican que el polvo puede afectar al clima, añadiendo detalles hasta ahora desconocidos. El estudio también muestra que las partículas naturales transportadas por el aire pueden influir en las precipitaciones de forma inesperada, con cambios en un lugar que afectan rápidamente al clima a miles de kilómetros de distancia.
«La diferencia entre un año de inundaciones del monzón o un año seco es de aproximadamente un 10 por ciento en la precipitación media en verano en el centro de India. Los cambios impulsados por el polvo pueden ser lo suficientemente fuertes como para explicar algunas variaciones de año a año», afirma el científico del clima Phil Rasch, del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico del Departamento de Energía de Estados Unidos.
Rasch, V. Vinoj, del Instituto Indio de Tecnología de Bhubaneswar, en India, y sus coautores quisieron explorar una correlación que apareció en los registros por satélite: una mayor cantidad de pequeñas partículas llamadas aerosoles sobre el Norte de Africa, Asia Occidental y el Mar Arábigo parecía estar conectada con precipitaciones más fuertes sobre India en la misma época.
Para explorar la conexión, el equipo utilizó un modelo informático denominado CAM5 y lo centró en la zona, incluyendo análisis de aerosoles de la contaminación y la sal natural del mar y aerosoles de polvo. El polvo resultó ser el ingrediente clave, provocando precipitaciones más fuertes en India cuando éste aumentaba en el norte de Africa y la Península Arábiga.
Para ver lo rápido que actúa el polvo, realizaron simulaciones por ordenador con pequeñas emisiones de polvo y sin ellas. Sin emisiones de polvo, el polvo atmosférico desaparece en una semana en comparación con la simulación con emisiones de polvo y las precipitaciones disminuyeron en el centro de India, lo que indica que este efecto sucede durante un corto periodo de tiempo.
Con el fin de analizar las posibilidades de cómo influye el polvo en la lluvia, el equipo se centró en las condiciones regionales, como la temperatura del aire y el transporte de agua a través del aire. Los investigadores señalaron como la posibilidad más probable que el polvo puede absorber la luz del sol que normalmente llega a la superficie, calentando el aire y que este aire más cálido cargado de polvo atrae al aire húmedo de los trópicos hacia el norte y fortalece los vientos dominantes que mueven la humedad del mar Arábigo en India, donde cae en forma de lluvia.
Aunque el polvo juega un papel en el fortalecimiento de los monzones, este fenómeno natural no domina muchos otros procesos que también influyen en los monzones, según Rasch. Pero añade que otros factores extremadamente importantes incluyen en el efecto de las diferencias de temperatura entre la tierra y el océano, el uso del suelo, el calentamiento global y los efectos locales de la contaminación alrededor de India que pueden calentar y enfriar el aire, y también afectar a las nubes.
«La fuerza de los monzones ha ido disminuyendo durante los últimos 50 años -afirma--. El efecto del polvo es poco probable que explique la disminución sistemática, pero puede contribuir».
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