Agricultura
Encuentran a la bestia negra de la chufa
Identifican la desconocida e histórica plaga que ataca estos cultivos
Una investigación en el marco de un proyecto para reforzar la población de murciélagos en Valencia y su uso para el control biológico de las plagas del arroz y la chufa ha logrado identificar la desconocida e histórica plaga que ataca el cultivo de este tubérculo autóctono en la Comunitat Valenciana.
Además de identificar este lepidóptero como de la especie Bactra bactrana, el estudio demuestra la presencia importante de enemigos naturales del apodado «cuc de la xufa» (parasitoides de larvas y huevos) que, junto a los murciélagos, permitirían controlar la plaga y evitar plaguicidas, con el consiguiente ahorro a los agricultores.
Tras la eficacia demostrada de murciélagos como depredadores de plagas en café, cacao o algodón y sobre todo, tras el éxito con el arroz en el Delta del Ebro -ya no usan tratamientos químicos-, la asociación Roncadell impulsó entre 2011 y 2013 la colocación de refugios artificiales para estos quirópteros en Valencia con el proyecto «Aliados de la noche» para el control de la plaga en arroz.
La Asociación Acció Ecologista-Agró recibió una subvención de 30.000 euros de la Concejalía de Agricultura y Huerta de València para recuperar el proyecto y en 2017 colocó 76 nidos de murciélagos con el doble fin de favorecer la repoblación de estos ejemplares, algunos en peligro de extinción, y reducir las plagas de estos dos cultivos emblemáticos de Valencia de forma ecológica y sostenible.
En el proyecto también participan la Universitat de València y la Universidad Politécnica de Valencia con sus investigaciones; la consultoría de gestión ambiental Càdec; la empresa especialista en control de plagas Elytra Agroescience; la Sociedad Española de Conservación y Estudio de Murciélagos; la DO Chufa de Valencia y la cooperativa La Granja de los Bitxos, encargada de diseñar los nidos.
La iniciativa incluía obtener información básica de la biología y ecología de la plaga (Bactra) de la chufa, sobre la cual había un desconocimiento total y que es «primordial» para el control biológico de estas polillas, según explica a EFE la investigadora y miembro de Acció Ecologista-Agró Cristina Navarro.
«La información que se ha identificado será útil tanto para evaluar el potencial controlador del murciélago como para definir estrategias de control más sostenibles que los plaguicidas que se usan en estos momentos», añade.
Se trata de una plaga histórica pero de la que se ha investigado poco por ser el de la chufa un sector «pequeño y con pocos recursos», según el presidente de la DO Chufa de Valencia, Antonio Gimeno, quien incide en que desde hace unos años buscan «aumentar el rendimiento de la producción y eliminar al máximo el uso de plaguicidas, que también aumentan el precio del cultivo».
La afección de las plagas del ya identificado como «cuc de la xufa» depende de las condiciones meteorológicas pero Gimeno recuerda que hace unos cinco años llegaron «a matar la mitad de la producción», a lo que se suma el gasto del pesticida, que ronda el diez por ciento del coste de la producción.
Este proyecto ha logrado averiguar «su familia y su género y sus depredadores naturales» y ello permite poder trabajar en «trampas con feromonas para que el uso de tratamientos sea el menor posible o ninguno, con el ahorro que ello supondría para los agricultores», apunta Gimeno.
Esta iniciativa se enmarca en el objetivo de «transición agroecológica» que impulsa el Ayuntamiento de Valencia y que comporta una mayor independencia de los productos fitosanitarios tradicionales, resalta a EFE la concejala de Agricultura y Huerta de València, Consol Castillo.
«La eliminación progresiva de los insecticidas químicos y sus sustitución por otros más naturales favorecerá la sostenibilidad del medioambiente y la calidad de los productos que se generan en el mundo de la agricultura», defiende la edil.
Desde la organización ecologista, Lucía Moreno advierte a EFE de que el proyecto tiene como referencia el éxito en el Delta del Ebro y que son «conscientes» de que «cuando se trabaja con organismos vivos hay que permitirles que completen su ciclo», y que los nidos colocados aún tardarán en ser poblados.
No obstante, resalta que la iniciativa no busca que los murciélagos sean «sustitutos inmediatos de los tratamientos», sino que se enmarca en «una estrategia para hacer una transición a otro tipo de agricultura, con macrofauna como controladores y la creación de espacios para diversidad y refugio de estos animales».
Su actuación se centra en espacios periurbanos de Valencia, como es la zona agrícola que rodea la ciudad, y los beneficios son tanto para la salud de los ciudadanos como para el medioambiente. EFE
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