Ingeniería
Inventan un método express para frenar vertidos en el mar
Cuando un petrolero derrama su carga en el mar, cada segundo cuenta para evitar un desastre ecológico. Con esta premisa, un proyecto europeo ha ideado un método que permite actuar de modo veloz y rentable cuando exista el peligro de que esto ocurra.
La solución propuesta por el proyecto DIFIS ("Double Inverted Funnel for Intervention on Shipwrecks") a los vertidos de combustible se basa en la fuerza de la gravedad. En lugar de canalizar la mezcla de agua y combustible hasta la superficie directamente, donde los trabajos de recuperación pueden verse afectados por la meteorología, ésta se conduce hacia un contenedor y un separador intermedio situado entre unos treinta y cincuenta metros bajo la superficie del agua, según informa la agencia de la UE Cordis.
Para ello, el contenedor cuenta con una estructura ligera, flexible y de instalación rápida que se mantiene en su posición hasta que todos los tanques del naufragio se vacían y desaparece el riesgo de contaminación. El contenedor intermedio posee un mecanismo que permite a los barcos transportadores recuperar el combustible con rapidez, siempre que la meteorología lo permita, mediante equipos como los de carga en instalaciones marítimas.
La cubierta del contenedor está fabricada con un material basado en tejidos y el tubo ascendente de tuberías flexibles y cable sintético de gran resistencia. La campana intermedia se sitúa a unos cincuenta metros bajo la superficie del agua, por lo que no se ve afectada por las olas. Además posee una flotación suficiente como para mantener la tensión del tubo ascendente y mantener el sistema en su posición.
En la práctica, tras localizar el barco hundido, se envía un submarino autónomo controlado a distancia para investigar la situación y determinar la profundidad, la orografía del fondo, las propiedades del suelo y las condiciones en cuanto a las corrientes. Acto seguido se sitúan en el fondo varios bloques de cemento a modo de ancla mediante un buque dotado de una grúa o un cabrestante con capacidad suficiente.
La cubierta doblada se transporta hasta el emplazamiento a limpiar en una gabarra. Dicha cubierta se sitúa en el agua junto al buque instalador para conectarla con la primera sección del tubo ascendente, el cual se monta añadiendo secciones gradualmente. A medida que aumenta la longitud del tubo, la cubierta desciende hasta situarse cerca del naufragio. Tras desplegar la cubierta, se conecta la campana intermedia al tubo ascendente y se desconecta el sistema del barco instalador.
Una vez en posición, el sistema de DIFIS es completamente pasivo y no precisa de un operario humano. Los trabajos de descarga pueden programarse del mismo modo que inspecciones periódicas destinadas a garantizar la integridad del sistema.
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