Japón

Japón seguirá pescando ballenas pese a los ecologistas

Japón proseguirá con la pesca de ballenas "para investigaciones científicas"pese a los recientes choques de barcos nipones con navíos de la organización ecologista Sea Shepherd en el Océano Antártico, confirmó a Efe la Agencia de Pesca del país asiático.

Un portavoz de esta agencia, que supervisa el programa de captura de cetáceos del país, dijo que el pasado 20 de febrero en torno a las 11.00 hora local de Japón (2.00 GMT) el buque japonés "Nisshin Maru"fue golpeado al menos cuatro veces por tres barcos del grupo ecologista.

Sea Shepherd, sin embargo, acusó ese día al "Nisshin Maru"de chocar deliberadamente y dañar sus barcos "Steve Irwin"y "Bob Barker", y a los guardacostas japoneses, que protegen a la flota ballenera, de arrojar granadas de aturdimiento contra su tripulación.

Por su parte, el portavoz de la agencia nipona detalló que el "Nissin Maru"ha sufrido daños en la parte delantera del casco y que también se ha roto una parte de un pasamanos.

También que los choques se produjeron en momento en el que el ballenero estaba en fase de repostaje, operación que ha sido cancelada por el momento, lo que no implica el fin de la campaña de capturas de este año, insistió.

"Proseguiremos con las actividades relacionadas con la captura de ballenas para la investigación científica", subrayó el portavoz, que no quiso detallar las fechas en las que pretende retornar a Japón el "Nisshin Maru", para no comprometer "la seguridad del barco".

La presente campaña de Sea Shepherd contra los balleneros japoneses en la Antártida, denominada "Tolerancia Cero"y en la que participan cuatro embarcaciones y 120 activistas, es la mayor realizada por la organización ecologista.

El año pasado Japón no pudo cubrir un tercio de su cuota de capturas, fijada en 900 ballenas, debido al mal tiempo y a los dos barcos de Sea Shepherd, que persiguieron a los barcos nipones a lo largo de 27.000 kilómetros para impedirles la pesca.

Australia, Estados Unidos, Holanda y Nueva Zelanda instaron a los ecologistas a adoptar una actitud responsable esta temporada en aguas de la Antártida, donde Sea Shepherd ha protagonizado en ocasiones anteriores abordajes, lanzamientos de ácidos corrosivos o encadenamientos de sus activistas a los balleneros japoneses.

Japón abandonó la caza de ballenas en 1986 tras una moratoria internacional, pero la retomó un año después tras alegar motivos científicos y fletó expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos, dependiente de la Agencia de Pesca.