Investigación científica
Los gruñidos de los cerdos desvelan su personalidad
Según un estudio elaborado por científicos británicos
Los gruñidos de los cerdos varían dependiendo de la personalidad del animal y pueden transmitir información importante sobre el bienestar de esta especie altamente social. Así lo ha determinado una investigación, publicada en ‘Open Science’, y elaborada por un equipo de científicos británicos, informa Europa Press.
Se trata de un grupo de especialistas en comportamiento y bienestar animal que idearon un experimento para investigar la relación entre la personalidad y la tasa de gruñidos de los cerdos. También examinaron el efecto que diferentes condiciones de calidad de vida tenían en estas vocalizaciones.
Para ello, usaron 72 cerdos juveniles machos y hembras. A la mitad del grupo lo ‘encerraron’ en amplios corrales con camas de paja, mientras que la otra mitad se quedó en un corral más compacto y estéril, con suelo de hormigón y listones, como es habitual en muchas granjas de Reino Unido.
Para obtener una medida de la personalidad de los cerdos, los investigadores llevaron a cabo dos pruebas: una de aislamiento social en la que cada cerdo pasó tres minutos sin contacto con otros de su especie; y otra relacionada con los objetos, en los que se les hacía compartir espacio cinco minutos con un gran cubo blanco o un cono de tráfico de naranja que no habían visto previamente.
Los científicos observaron el comportamiento, incluyendo las vocalizaciones, de los animales en este tiempo y volvieron a repetir las pruebas dos semanas más tarde. Esto permitió a los investigadores determinar si la respuesta de los cerdos eran repetibles, es decir, si se podría definir su personalidad (lo que se llama ‘estilo de afrontamiento’ para los animales).
También registraron la frecuencia de gruñidos que hicieron contando el número de éstos producidos por minuto durante las pruebas, e investigaron el efecto de los diferentes entornos de calidad sobre los sonidos emitidos.
De este modo, el estudio indicó que los cerdos con personalidades más proactivas producen gruñidos a un ritmo mayor que los animales más reactivos. Además, se encontró, sólo en los cerdos macho, que los que permanecieron en los espacios con las condiciones de baja calidad gruñeron menos que los alojados en el ambiente enriquecido. Esto sugiere una mayor susceptibilidad entre los cerdos machos a los factores ambientales, según han explicado los expertos.
Para los científicos, estos datos determinan que la personalidad de los animales debe ser tenida en cuenta cuando se utiliza la vocalización como una medida del estado de bienestar de los animales.
La autora principal del trabajo, Lisa Collins, ha apuntado que «el cerdo doméstico es una especie altamente social y utiliza señales acústicas de una gran variedad de maneras». Asi, ha explicado que «mantienen contacto con otros miembros del grupo mientras se alimentan y hay comunicación entre padres e hijos o para señalar si están angustiados».
«Los sonidos que hacen transmiten una amplia gama de información como el estado emocional, motivacional y fisiológico del animal. Por ejemplo, los chillidos se producen cuando los cerdos sienten miedo y pueden servir para alertar a otros de su situación y que otros miembros del grupo sepan dónde están», ha añadido.
EP
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