Mascotas

Los petardos, la peor pesadilla de los perros

El miedo, la ansiedad e, incluso, la muerte son efectos que los petardos y las tormentas producen en los perros
El miedo, la ansiedad e, incluso, la muerte son efectos que los petardos y las tormentas producen en los perroslarazon

- etonar petardos en la vía pública está prohibido por casi todas las ordenanzas municipales además de tener efectos perniciosos sobre los perros. Ansiedad, miedo descontrolado, taquicardia o, en algunas situaciones, la muerte. Existen varios casos donde el can ha llegado a perder la vida por este tipo de estallidos, historias como la de Pancho, un perro que murió en la noche del 25 de diciembre por un paro cardiaco, como consecuencia de la explosión de un petardo, «su pequeño corazón no resistió el terror de esta absurda tradición navideña», relataba Rosa, su dueña. También existen casos de perros atropellados o defenestrados al intentar huir del pánico que les producen. Pero, ¿por qué algunos canes tienen tanto miedo a estos fuertes ruidos? Múltiples respuestas tienen cabida en este asunto, como los factores genéticos, alguna experiencia traumática asociada o una mala gestión por parte del dueño del perro cuando se da este problema inicialmente. Castigar al perro o sobreprotegerle, son comportamientos que pueden reforzar estos temores.

5.257 canes de 17 razas participaron en un estudio realizado por Linn Mari Storengen y Frode Lingaas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Biociencia de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, en Oslo. Los dueños de los animales respondieron preguntas sobre su reacción ante diferentes sonidos: fuegos artificiales, ruidos fuertes (disparos, portazos o tráfico) y tormentas. En sus respuestas tenían que aclarar en una escala del uno al cinco el nivel de ansiedad que sufría su mascota, el resultado fue que un 23% de los perros sufren algún tipo de estrés ante estos ruidos.

La ciencia del pánico

La raza influye en su sensibilidad ante los estruendos. Entre las más miedosas se encuentran: Bunhunds Noruegos, Shiba inu y Soft Coated Wheaten Terrier. Las razas que, por el contrario, demostraron ser menos sensibles a los ruidos son Pointer, Gran Danés, Bóxer y Crestado Chino. Las hormonas también juegan un papel importante. El estudio ha confirmado que las hembras son un 30% más propensas a tener miedo a los ruidos. La parte hormonal influye de la misma manera, puesto que los perros esterilizados resultaron ser 72% más susceptibles de reaccionar con miedo y ansiedad ante los estruendos que los perros no esterilizados. La edad es otro factor clave, según los resultados obtenidos por los investigadores noruegos, cada año adicional incrementa en un 3.4% la probabilidad de que un can muestre miedo al escuchar ruidos fuertes. Además, el estudio demuestra también que, un perro particularmente sensible a los ruidos también lo puede ser a otros estímulos. Es probable que pueda sufrir ansiedad por separación y que muestre miedo ante situaciones nuevas. Es decir, el miedo a los ruidos puede ser útil para prever qué perros reaccionarán más ante otro tipo de estímulos estresantes.

Aunque este miedo es particularmente difícil de manejar, existen talleres especializados en el tema. Desde LA RAZÓN contactamos con Herbolario Sol de Invierno, el único para animales de España, donde se imparten este tipo de talleres para que los dueños aprendan a manejar el temor que sufren sus mascotas. «Cada animal es un mundo y tiene sus propias necesidades, debemos adaptarnos a las de cada cliente» comentó Esther García Perez, responsable del herbolario animal. «En los talleres que impartimos contamos con el asesoramiento de etólogos profesionales que complementamos con suplementos nutricionales y terapias naturales que mejoran la salud emocional de los animales evitando el estrés provocado por los fuertes ruidos que causan los petardos», relató García Perez, «hacemos uso de vendas de compresión especialmente diseñadas para este fin e informamos sobre cómo crear zonas seguras en el hogar para que los animales se sientan a salvo y no entren en pánico» añadió. Estos talleres sumado a algunos consejos entre los que se encuentran, no dejar sola a la mascota en casa, generar otro tipo de ruidos que «oculten» el sonido de los petardos o distraerlo con algún premio de larga duración conseguirán que su mascota se sienta más tranquila en una situación donde antes, estallaba el terror.