Medio Ambiente

Nos faltan datos para detener la sexta extinción masiva de la Tierra

Lucas Joppa, investigador principal del estudio
Lucas Joppa, investigador principal del estudiolarazon

Para evitar una nueva extinción masiva de la vida animal y vegetal del mundo, se deben entender las amenazas a la biodiversidad, dónde se producen y cómo de rápido se está produciendo el cambio, pero para ello hacen falta datos fiables y accesibles. Un nuevo estudio publicado este jueves en ‘Science’ revela que en gran parte esos datos faltan, con carencias de información clave sobre importantes amenazas para la diversidad biológica, como las especies invasoras, la explotación forestal, la caza de animales silvestres y el comercio ilegal de vida silvestre, informa Europa Press.

Durante los últimos dos años, un consorcio de 18 organizaciones, entre ellas el PNUMA-WCMC, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el Instituto Hoffmann Luc, un centro de investigación de WWF Internacional, y BirdLife International, ha recopilado datos globales disponibles sobre amenazas a la biodiversidad.

Estos expertos revisaron cerca de 300 conjuntos de datos y los clasificaron en cinco características necesarias para las evaluaciones de conservación. Los conjuntos de datos deben ser de libre acceso, hasta la fecha, constantes, con una resolución espacial adecuada y validada para la exactitud. Sólo el 5 por ciento de los conjuntos de datos satisface todas estas cuestiones.

«Nos sorprendió que tan pocos conjuntos de datos reunieran las cinco características que creemos son necesarios para el ‘patrón de oro’ de los datos», dice Lucas Joppa, que dirige la investigación ambiental en Microsoft y fue el autor principal del estudio. «Vivimos en la era de los grandes datos, pero estamos volando a ciegas cuando se trata de entender lo que está amenazando la biodiversidad en todo el mundo», añade.

«Este análisis puede ayudar a promover un nuevo enfoque para cartografiar y medir las amenazas que existen en las especies en peligro de extinción y los ecosistemas», dice Jon Hutton, director del Instituto de Hoffmann Luc. «Esto es fundamental si hemos de entender por qué algunas poblaciones de, por ejemplo, tigres o elefantes están aguantando mejor que otras», destaca.

En algunos casos, los datos necesarios para la política de conservación efectiva ya existen, pero no son accesibles debido a los costos asociados, las consideraciones comerciales o temas de propiedad intelectual. «Los acuerdos entre organizaciones de conservación y empresas privadas pueden ayudar a resolverlo», propone Brian O’Connor, del Programa de Ciencias de UNEP-WCMC. «Por ejemplo, un acuerdo entre PNUMA-WCMC y la empresa IHS proporcionó datos completos y detallados sobre la actividad del petróleo y el gas en todo el mundo para su uso en evaluaciones de la biodiversidad», explica.

Los gobiernos son otra fuente valiosa de información futura. «Iniciativas de apertura de gobierno, como las de Reino Unido y Estados Unidos han proporcionado más de 200.000 conjuntos de datos de libre acceso, incluyendo varios que son relevantes para la conservación del medio ambiente», aplaude Piero Visconti, científico de UNEP-WCMC. «Alentamos a más iniciativas de este tipo», reclama.

Este trabajo ya ha comenzado a tener un impacto en la conservación. «Estamos trabajando con TRAFFIC y el PNUMA para analizar el comercio legal e ilegal de la vida silvestre con el fin de hacer frente a una de las lagunas de conocimiento fundamentales que hemos identificado en este estudio», concluye Neil Burgess, jefe de Ciencia en el PNUMA-WCMC.

Los autores del estudio destacan que para cubrir estos vacíos de datos no hay que empezar de cero. Varios conjuntos de datos existentes, como los relacionados con las especies invasoras en las islas de todo el mundo, se pueden ampliar si los recursos son adecuados.

EP