Lisboa
No por mucho hacer deporte se adelgaza más temprano
Un estudio de la Universidad del País Vasco revela que si no se lleva una dieta equilibrada el ejercicio no sirve de nada
La llegada del 7 de enero no sólo significó el fin de las vacaciones, del relax, de las comidas copiosas, del consumo exagerado de alcohol; con el final de las fiestas vuelve el estrés y, en la mayoría de casos, el temido flotador abdominal. La ropa nos aprieta y, como reflejan las encuestas, nos obliga a ponernos –de nuevo– a dieta. Más del 40 por ciento de españoles asegura que limitan su alimentación a partir de enero. Eso sí, la falta de motivación de estas restricciones se traduce en fracaso y cerca del 50 por ciento la abandona a lo largo de los siguientes meses, si no antes. Y es que el problema está, como indican los nutricionistas, en la falta de incentivos y en no individualizar cada uno de estos tratamientos. «A cada uno le va bien un plan de alimentación diferente». Luis Morán, decano del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Andalucía, huye de la palabra «dieta» porque, «en cuanto la oyen, dan un paso atrás, crea rechazo y se identifica con restricción», pero en realidad no es más que seguir unas pautas alimentarias para darle a nuestro cuerpo lo que necesita en cada momento, dependiendo del gasto energético que realicemos. Eso sí, por mucho que sudemos durante tres horas en el gimnasio, si nuestras comidas son desequilibradas, el número que marca la báscula no disminuirá.
Así lo han confirmado expertos de la Universidad del País Vasco en un estudio donde analizan las conductas alimentarias de los adolescentes y las relacionan con el deporte que realizan para valorar su relación. «A pesar de que normalmente la actividad física es un factor de prevención, en este caso no consigue contrarrestar la grasa». Idoia Labayen, investigadora principal del estudio, se refiere a la grasa que se genera en los abdominales de los jóvenes que, a pesar de hacer ejercicio, no logran reducir y es que las dietas con elevado contenido graso son difíciles de contrarrestar, independientemente de la actividad física que se realice. «Hasta ahora, se pensaba que aun teniendo una dieta desequilibrada, si hacías mucho deporte, lo compensabas de alguna manera. En este estudio, hemos comprobado que no es así», afirma la profesora titular de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU.
Aunque el estudio vasco se centra en los adolescentes, sus resultados son fácilmente adaptables al resto de edades porque la grasa abdominal se incrementa con los años, con el aumento de consumo de grasas y con el sedentarismo ligado al trabajo. «La relación entre ejercicio y alimentación es importante, pero son como dos pedales de una misma bicicleta, deben estar compensados, estar equilibrados», añade Morán. Pero no todos los nutricionistas incluyen en sus guías alimentarias el ejercicio como clave, junto a un menú equilibrado, para perder o mantener nuestro peso ideal. Ágata Roquette, conocida nutricionista portuguesa, acaba de traer a España su nuevo libro, «Las reglas de oro de la dieta de los 31 días» (La esfera de los libros), y en este código no recomienda hacer ejercicio excesivo: «La dieta es una cuestión muy psicológica y si, además te obsesionas por el deporte, el resultado no puede ser bueno. Además, es muy decepcionante para el que se sube a la báscula pensando que ha adelgazado al ver que no es así, porque con el ejercicio físico creas músculo y ganas peso». Su libro es uno de los tantos que salen cada año al mercado y que se convierte en superventas en pocas semanas. El primero de Roquette ya va por su tercera edición. Esta nutricionista ejerce su profesión en Estoril (cerca de Lisboa) y asegura que el éxito de su plan está en que «no es muy restrictivo, sólo elimina los carbohidratos» e, incluso, permite comer pan en el desayuno. Y es que, como sostiene el decano de Andalucía, «el pan no es malo, lo es lo que lo acompaña, como una tapita de chorizo o las salsas que rebañamos con él». En lo que también están de acuerdo los dos expertos es en la eliminación del alcohol de cualquier dieta, en especial de la cerveza. «El alcohol antes se incluía dentro de la pirámide alimentaria porque aportaba ciertos beneficios, pero nos hemos dado cuenta de que en realidad genera más perjuicios y por eso se ha descartado», añade Morán.
Sin duda la clave del éxito o no de una dieta está en el «coco» del que la emprende porque «el factor psicológico es importante para cumplir los objetivos», comenta Roquette. Julia Vidal, directora de Área Humana Psicología, trabaja en un centro de nutrición y asegura que «la gente se obsesiona con lo que ha comido durante las Navidades y se percibe como se siente. En algunas ocasiones, incluso se notan la ropa más estrecha aunque no sea cierto». Por eso indica que en la mayoría de los casos no es necesario ponerse a dieta, sino volver a retomar tu ritmo habitual de comidas.
Las dietas a examen; por Giuseppe Russolillo, Presidente de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas
LA «DETOX»
¿En qué consiste?
Los regímenes de depuración o de desintoxicación son típicos de fechas posteriores a grandes ingestas como las que se producen en Navidad. A lo largo de tres días sólo se ingieren líquidos que «supuestamente» eliminan toxinas.
¿Cuántos kilos se pierden?
Entre 3 y 9 en tres días. Si se prolonga y se realiza dos días por semana, aún más.
Perjuicios y beneficios
Es una de las muchas dietas que generan el efecto rebote (yo-yo). Si la controla un dietista, ayuda a que el intestino descanse 24 horas.
LA DE AYUNO
¿En qué consiste?
En 2013 se generalizó la dieta 5:2, sobre todo en Reino Unido. Cinco días comes lo que quieras y dos días ayunas, sólo consumes unas 400 calorías. Algunas personas incluso la han alargado hasta los 11 y 15 días.
¿Cuántos kilos se pierden?
Alrededor de 4 a 7 kilos en dos semanas.
Perjuicios y beneficios
No encuentro ningún pro de este régimen que he probado personalmente, pero sí muchos contras: recuperas el peso perdido en cuanto la abandonas y provoca trastornos alimentarios.
LA HIPERPROTÉICA
¿En qué consiste?
Tal vez por el nombre no la identifiquen, pero son las famosas dietas Dukan (en la imagen) o Atkins que sólo permiten comer proteínas, es decir pescado o carne. Retiran todos los hidratos de carbono e incluye batidos hiperproteicos.
¿Cuántos kilos se pierden?
Pierdes más que con una dieta equilibrada. Entre 6 y 9 kilos en uno o dos meses.
Perjuicios y beneficios
A largo plazo no ofrece más beneficios que la hipocalórica porque a partir del sexto mes se pierde el mismo número de kilos. Son adictivas y producen fallos renales.
LA HIPOCALÓRICA
¿En qué consiste?
Es la que recomiendan todos los nutricionistas, siempre y cuando sea personalizada. Lo que busca es nuestra reeducación alimentaria teniendo en cuenta nuestra fisionomía y nuestro trabajo.
¿Cuántos kilos se pierden?
El tratamiento dura unos seis meses y se pierden unos tres kilos al mes, medio por semana.
Perjuicios y beneficios
Si se adquieren las pautas recomendadas, se hace una vida normal. Eso sí, durante las primeras fases desaparece el azúcar.
LA NUTRIGENÓMICA
¿En qué consiste?
Aún no está muy desarrollada porque el mapa del genoma es reciente y están investigando la relación que existe con los alimentos, pero en 10 años será un «boom». Sólo se necesita una muestra de saliva.
¿Cuántos kilos se pierden?
Aún no se sabe con precisión, pero creen que entre 2 y 3 kilos al mes.
Perjuicios y beneficios
El mayor perjuicio hoy es el fraude que existe, pero cuando se consigan buenos tests nos dirán qué alimentos son buenos y malos para cada uno.
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