Consumo

No todas las anchoas “del Cantábrico” vienen del Cantábrico

La OCU advierte que las conservas con esta denominación pueden haber sido capturadas en otros mares

Una lata de conservas de anchoa | Gonzalo Pérez
Una lata de conservas de anchoa | Gonzalo Pérezlarazon

La OCU advierte que las conservas con esta denominación pueden haber sido capturadas en otros mares

Si hay una comunidad autónoma a la que van asociadas las anchoas esa es Cantabria. En la región, bañada por el mar Cantábrico, se capturan los mejores ejemplares y su forma artesanal de elaborar las conservas hace que sean famosas más allá de las fronteras españolas. Por eso, más de uno se aprovecha de esta fama e intenta que su producto tenga la misma solera. Así lo advierte en un comunicado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU): “las anchoas en conserva pueden llamarse del Cantábrico aunque no procedan de este mar”. Es decir, pueden haber sido capturadas en otros mares u océanos.

Esta práctica no va contra la normativa que, tal y como denuncia la OCU, “solo establece que la anchoa sea de la especie Engraulis encrasicolus”, algo que tachan de “confuso y engañoso para el consumidor”: “Es indispensable que sea obligatorio especificar el origen de todos los alimentos, sean frescos o procesados, para que el consumidor esté plenamente informado y su decisión no esté manipulada”.

La organización advierte además que no es obligatorio que el fabricante especifique el nombre de la especie concreta de anchoa en el etiquetado, “por lo que los consumidores tienen difícil comprobar qué producto están comprando, incluso corren el riesgo de pagar un precio muy alto por una anchoa que en realidad es de calidad inferior”. Eso no ocurre con el pescado que se vende fresco. A esa conclusión han llegado después de analizar 15 latas de anchoas “del Cantábrico” de diferentes marcas: todas eran de la especie Engraulis encrasicolus, pero cuatro no lo indicaban en la etiqueta. Es más, en un total de 11 no se especificaba su origen.

Esta denuncia se encuentra dentro de la campaña que la OCU ha puesto en marcha bajo el nombre de #EatOriginal junto con otras organizaciones europeas para exigir a la Comisión Europea “que se informe claramente del lugar de origen de los alimentos y que este aparezca en el etiquetado, independientemente de que sean frescos o procesados”.