Comunidad de Madrid
Policía de incógnito en colegios a la caza del pederasta
A muchos no se les veía, pero estaban ahí. Y en mayor medida que nunca: hasta un 20% más de efectivos. La de ayer en Madrid fue la «vuelta al cole» más segura. Hasta 300 agentes de la Policía Nacional –y no de la local, como suele suceder– vigilaron ayer los 54 colegios que se encuentran en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. «Estamos siempre atentas», comentaba ayer a este diario Lucía, una madre que llevaba a sus dos hijas a clase. «Además, las que tenemos hijas, estamos todavía más preocupadas que el resto», añadía. ¿El motivo? La amenaza del pederasta de Ciudad Lineal, autor del rapto y violación de cuatro niñas en el barrio.
El miedo al ataque de estos agresores sexuales se ha acrecentado en los últimos días. Y no sólo en Madrid. En Valladolid, el pasado fin de semana, un hombre, todavía sin identificar, abusó de una menor de 8 años. Y en total, en las últimas tres semanas, se han contabilizado por toda la Península más de diez agresiones a niños por parte de adultos. Así, toda precaución es poca. Como comentan a LA RAZÓN desde la dirección del colegio Ramón y Cajal, se ha notado una «presencia policial no habitual», en la que no faltaban «policías sin uniforme» a las puertas de los centros. Además, en las reuniones previas al inicio del curso se ha hecho hincapié en lanzar un mensaje claro a los padres: «Que no se fíen». Las autoridades se han informado de los horarios de entrada y salida de los colegios para reforzar la vigilancia en los momentos clave. «La preocupación es importante», añaden desde este centro.
Solos a clase con 6 años
La delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, afirmó ayer que, según algunos directores de colegio, «hay padres que dejan ir y volver a sus hijos» al centro. Niños, asegura, de apenas 6 o 7 años. ¿Han bajado la guardia los progenitores en lo que respecta a la seguridad? Curiosamente, un estudio de 2009 reflejaba que los niños madrileños eran los que más tarde iban solos a clase: a los 10,9 años.
«Esa inquietud siempre ha existido», comenta Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de la Confederación de Padres de Alumnos (Cofapa). «Las normas básicas de seguridad son normales en las familias. Y creo que en los hogares reina el suficiente sentido común como para que no dejen ir solo al colegio a un niño si éste no es capaz», añade. Además, considera que «debe haber seguridad siempre, no sólo en una zona concreta. Y de hecho, así es. Siempre hay un policía en la puerta de los colegios».
Pero la alerta, especialmente en Madrid, todavía no se ha mitigado. Como aseguran fuentes policiales a este periódico, los agentes están recibiendo «infinidad» de llamadas telefónicas, la mayoría de ellas falsas alarmas. Se producen por parte de ciudadanos en parques y zonas de recreo, alertando de «gente rara», provocando además el desplazamiento de los agentes a la zona en cuestión.
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