Almería

Por qué ya no vende Casillas

El capitán de la selección se cae por primera vez de la lista de los diez españoles mejor valorados. ¿El motivo? Los expertos aseguran que la gente le culpa del fracaso del Mundial

Iker Casillas
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Sus autógrafos todavía son deseados, sus imágenes siguen generando centenares de comentarios en las redes sociales y, como se pudo comprobar durante sus vacaciones en Almería, su presencia sigue atrayendo a una nube de fans y curiosos allí por donde pasa, pero la proyección pública de Iker Casillas ya no es la que era. En términos astonómicos, podría decirse que su estrella ha perdido brillo, aunque no por ello se ha descolgado del firmemanto de las «celebrities» patrias. Eso sí, cierto desencanto se ha apoderado de su imagen y, a juzgar por las encuestas, el capitán de la Selección tendrá que tirar del algodón Aladdin para recuperar el lustro de otros tiempos. El último estudio de la consultora Personality Media así lo confirma: por primera vez desde hace más de cinco años, el guardameta de la Selección se ha caído del «top ten» que recoge a los mejor valorados del país. Una lista en la que, por cierto, todavía siguen apareciendo, aunque su puntuación se haya resentido levemente tras el fiasco del Mundial de Brasil, compañeros de equipo como Iniesta y su «míster», Vicente del Bosque, a quienes los consumidores otorgan el quinto y sexto puesto, respectivamente. Según los expertos, parece que la derrota de España en la fase de grupos explica el descenso de valoración del guardameta, al que se le responsabiliza de la actuación del equipo: «Era uno de los personajes con un perfil de imagen más sólido. De hecho, pese a haber pasado mucho tiempo en el banquillo, su imagen apenas se había resentido, seguía siendo el portero de referencia, el líder. Sin embargo, ahora, a la gente le ha parecido que sus intervenciones deportivas no han sido tan exitosas como en otras ocasiones, en las que se le consideró el salvador de la Selección», explica el director general de Personality Media, Santiago Mollinedo. Iker ha pasado de ser protagonista de portadas gloriosas, a concentrar en su portería la imagen de la derrota –«como capitán del equipo, la responsabilidad mediática se ha focalizado en él y los aficionados consideran que le han metido goles extraños»– y la incertidumbre que atraviesa a nivel profesional –el fichaje del guardameta Keylor Navas por el Real Madrid ha venido a revolver más las aguas–, lo sitúan en «un momento deportivo comprometido», aunque no está asociado a una imagen personal negativa, como ocurre en el caso de Messi, quien, tras descubrirse sus problemas con Hacienda, ha pasado de estar entre los tres personajes mejor valorados a nivel internacional, a desplomarse en la lista: «Que alguien que no tiene problemas económicos defraude, causa un daño difícil de reflotar», explica.

- Un desliz remediable

Es en ese ámbito, el que se escapa a lo estrictamente profesional, en el que la imagen de Casillas gana fortaleza. El nacimiento de su hijo Martín, su relación con Sara Carbonero y la solvencia familiar que muestra, favorecen que sea más apreciado. «Siempre resulta algo beneficioso y ayuda a que las valoraciones sean altas. El consumidor valora el esfuerzo, el ''fair play'', el éxito y que no vendan sus intimidades en la prensa del corazón. En ese sentido, Casillas tiene una imagen muy fuerte. De ser otro personaje, el efecto del Mundial lo hubiese hundido más», comenta Mollinedo. Y eso a pesar de que, aunque acostumbra a gestionar con acierto su proyección pública, ha cometido algún que otro desliz relacionado con el ámbito privado, como el altercado que protagonizó hace unas semanas con uno de sus seguidores de Instagram, al que insultó después de que hiciese un comentario desafortunado sobre su hijo Martín. Aunque el desgaste que producen acciones como ésta no se han reflejado en el estudio –es anterior a su salida de tono– podría quedarse en una simple anécdota si no vuelve a repetirse. Sí, Casillas ha perdido fuste, pero su imagen no se ha hundido de forma irrevocable: «No es la estrella que era antes, pero sigue siendo un personaje valorado. Su imagen no se ha destruido, se ha dañado», apunta Mollinedo.