Castilla y León
Por una sola licencia de caza
Tres autonomías buscan acabar con las trabas burocráticas mientras los cazadores temen que la cuota única se dispare
Cada vez son más las comunidades autónomas que están valorando positivamente sumarse a la licencia única de caza, una iniciativa que podría eliminar una gran traba administrativa al reducir gestiones y trámites, ya que cada vez que cada uno de los cerca de un millón de cazadores quiere realizar esta actividad cinegética fuera de su región tienen que tramitarlo. Después de que Extremadura, Castilla y León y Castilla-La Mancha acordasen reconocer mutuamente las licencias de caza, resuenan con fuerza la Comunidad de Madrid y Aragón. Si bien, ni confirman ni desmienten. Madrid, eso sí, reconoció ayer a este periódico «estar valorando la iniciativa». La única que por ahora se desmarca si o sí de esta iniciativa es Cataluña. Desde la Consejería de Agricultura aseguraron que «no nos vamos a sumar a esta licencia única. Está descartado». Algo coherente en el contexto político-social actual.
Pero para que esta iniciativa, que ya cuenta con el respaldo del Ministerio de Agricultura, llegue a buen término falta el consenso de los cazadores. Algo que en la actualidad no tienen «ante la intención de las Comunidades Autónomas de que los cazadores tengan que pagar no una cuota, sino tantas como regiones se sumen», tal y como explica Andrés Gutiérrez Lara, presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC).
«Queremos una licencia única de caza, pero que no se grave el precio considerablemente. Todas las regiones están valorando positivamente la posibilidad de crear una licencia única, pero pretenden que paguemos una cuota multiplicada por las comunidades autónomas que se sumen y eso no le interesa a ningún cazador, por lo que, de ser así, seguiremos usando los permisos autonómicos», explica Gutiérrez.
«En la actualidad –prosigue–, se paga por licencia 25, 30 o más de 40 euros. Si yo cazo en dos regiones me cuesta 60 euros, por ejemplo. No 210 euros si se suman siete». La opción más lógica es poner un precio medio, pero nunca a un coste superior a dos regiones, de lo contrario el éxito no estaría asegurado, máxime cuando «desde que estamos en crisis las regiones han incrementado el precio de las licencias entre un 10 y un 30% en muchos casos», recuerda.
«Lo que preferimos es una licencia nacional sobre la que se pueda poner un sello de una región sin tener que pedirlo en esa comunidad. Así que si vivo en Aragón y voy a ir a cazar a Andalucía me pueda sacar el sello en Aragón y pagar por él, no tener que sacármelo en Andalucía como sucede hoy. El problema es que no hemos encontrado ninguna región que opine como nosotros», concluye.
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