Rafa Nadal achica barro en las casas dañadas por la riada de Mallorca

El tenista español Rafa Nadal ha ofrecido las instalaciones de su centro deportivo en Manacor para "todos los afectados que necesiten alojamiento"tras las inundaciones en Mallorca.

El tenista español Rafael Nadal se ha sumado hoy a los cientos de voluntarios que están colaborando con los servicios de emergencia en la zona afectada por las inundaciones en Sant Llorenç des Cardessar, según reflejan las fotografías y vídeos captados en esa localidad mallorquina.

El número uno del mundo, provisto de una pala y ropa adecuada para los trabajos de retirada de barro y escombros, ha achicado agua de varias casas dañadas por la intensidad de la riada que afectó anoche a esta localidad y que ha supuesto la muerte de diez personas.

Nadal se ha implicado en las tareas de ayuda desde el primer momento y también ha ofrecido habitaciones de su academia en Manacor a varias familias damnificadas.

El tenista, que ya había ofrecido las instalaciones de su centro deportivo en Manacor para "todos los afectados que necesiten alojamiento"tras las inundaciones en Mallorca, no ha dudado en desplazarse hasta Sant Llorenç y colaborar en las tateras de limpiaza.

"Tal y como hicimos ayer, volvemos a ofrecer hoy las habitaciones del Rafa Nadal Sport Centre y de la Rafa Nadal Academy para todos los afectados que necesiten alojamiento", ha comunicado el jugador en sus redes sociales.

Nadal, que vive en Porto Cristo, a once kilómetros de Sant Llorenç, ha querido mostrar sus condolencias a los damnificados por las riadas, que han dejado cinco fallecidos y, de momento, nueve personas desaparecidas.

"Hoy es un día triste. Nuestras más sinceras condolencias a los familiares de los fallecidos por las graves inundaciones de Sant Llorenç", ha expresado.

El centro deportivo de Nadal alojó anoche cerca de cincuenta personas, que acudieron tras las intentas lluvias y el desbordamiento del torrente de la localidad de Sant Llorenç. Algunos han regresado hoy a sus hogares para evaluar los daños causados, pero las puertas del centro siguen abiertas para quien lo necesite.