¿Realmente se reinsertan?

l Para algunos delincuentes, ¿la cárcel es una forma de vida?

–Sí, aunque es un porcentaje pequeño, muy claro y delimitado. Ten en cuenta que hay cerca de 70.000 presos en las cárceles españolas. En el caso de Montes Neiro, hablamos de una persona que ha pasado 36 años de prisión. Hablamos de personajes del mundo marginal, del hampa. Y una vez en la calle, pueden contactar con todos los peristas del mundo. La reincidencia es en sí una forma de vida. No hay ningún misterio psiquiátrico detrás. No hablamos de personas con problemas mentales. Son personas que no conciben el mundo de otra manera. El delincuente común, que no conoce otra forma de vida, lo sigue siendo. Pero insisto en que es una minoría. La mayoría quiere salir y no tienen ninguna intención de regresar. Por otro lado, llevo casi 30 años visitando prisiones. Tienen gimnasios, talleres, universidad... se hacen a esa vida y pueden llevarla a cabo.

l ¿Ayuda la cárcel a la reinserción de los presos?

–Seguro que hay un porcentaje de personas a las que la estancia en prisión les ayuda a reinsertarse. Conozco muchos que cuentan con su carrera universitaria o que han obtenido la Formación Profesional. La cárcel tiene tres finalidades: la reinserción, la disuasión y también el castigo. No creo que haya otro método mejor.