Ministerio de Sanidad

Recogen más de 33.000 firmas para pedir la dimisión del consejero de Sanidad

El sindicato de técnicos de enfermería SAE ha entregado hoy 33.357 firmas en el registro de la Consejería de Sanidad de Madrid para pedir la dimisión del responsable del departamento Javier Rodríguez por sus declaraciones sobre la contagiada de ébola Teresa Romero «acusándola de mentir». Las firmas han sido recogidas desde el pasado viernes hasta esta mañana en hospitales de toda España y, del total de apoyos recibidos, 6.122 se han obtenido a través de la plataforma de internet Change.org, según ha dicho a Efe una portavoz de SAE que ha incidido en que la recogida de firmas «sigue abierta».

Delegados sindicales de todo el país «han ido por los hospitales recogiendo las firmas de trabajadores y usuarios de la sanidad», al tiempo que se abrió la recogida ‘online’ a la que se han sumado incluso «personas que han firmado desde el extranjero», por la repercusión internacional que está teniendo la gestión de la crisis del ébola.

Una vez impresas, el total de firmas ocupaba cuatro cajas que un grupo de miembros de la ejecutiva autonómica de SAE ha entregado hoy en la Consejería madrileña, acompañadas de una carta, tras reunirse con el director general de Ordenación Profesional y Recursos Humanos y la directora de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, explica SAE en una nota.

En su carta, el sindicato «exige a los responsables políticos que «implanten las medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores del ámbito sanitario, así como la dotación de formación específica para afrontar la atención de pacientes con enfermedades infecciosas».

Por otra parte, en la reunión mantenida esta mañana con los directores del ministerio y de la consejería, los representantes del Ministerio de Sanidad les han entregado «un nuevo protocolo de actuación para atender a pacientes con enfermedades infecciosas», como el virus del Ébola.

«Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería hemos exigido a los dirigentes que no se excluya a ningún profesional de estos protocolos y les hemos trasladado una serie de problemas que se están dando en la organización de los servicios de los centros hospitalarios», explica la secretaria general de SAE, Dolores Martínez.

A su juicio, «ningún profesional sanitario que preste cuidados al enfermo puede quedar excluido de las medidas preventivas recogidas en estos protocolos, tal y como nos han reconocido los propios responsables del ministerio», concluye en un comunicado.

Por su parte, la cuñada de Teresa y pareja del hermano de ésta, José Ramón Romero, ha señalado en declaraciones Antena 3 recogidas por Europa Press, que la familia acepta las disculpas del consejero de Sanidad pero “llegan tarde después de tanto tiempo. La opinión pública puede ver que son unas disculpas políticas --ha añadido--, no vemos que haya humanidad en ellas, no creemos que se arrepienta de lo que ha hecho hacia Teresa”. Además, han confirmado que se suman a la demanda ante la fiscalía presentada por el Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE) contra la Administración por no proteger a los trabajadores contra agentes biológicos.

El hermano de Teresa y su pareja, Charo, también se quejan de no poder hablar ni con ella ni con su marido, ambos aislados en distintas plantas del Hospital Carlos III y sin poder tampoco comunicarse entre sí, algo por lo que Teresa esta “muy enfadada”. “Está aislada --admite Charo-- pero si está consciente debería tener comunicación al menos con su marido porque ahora mismo lo que nos interesa es que esté tranquila para salir adelante”. Sin embargo, según apuntan los familiares, le retiraron el móvil tras los primeros días de ingreso y “está muy enfadada porque pide su móvil pero nadie sabe dónde está”.

Respecto a la decisión de no dar información sobre el estado de salud de Teresa, Charo ha reconocido que Teresa así lo ha pedido por respeto a la familia mas allegada, que es gente muy sencilla y para protegerles”. Tampoco ella recibe información de fuera, salvo lo que le puedan comentar los sanitarios que la atienden. “Eso es positivo para ella, para que esté mas tranquila”, admite Charo.

Tanto el hermano de Teresa como su pareja se han manifestado “muy ilusionados” por la evolución de la paciente, pero han admitido que “hay que ser precavidos, porque es una enfermedad que se desconoce. Cada hora es una hora ganada y está avanzando a pequeños pasos, pero hay que tener mucha prudencia”.