Audiencia Nacional
Eva Giménez: «No nos van a parar. Si es necesario iremos a Estrasburgo»
Las afectadas por el fraude de las prótesis mamarias PIP (Poly Implant Prothèse) no se dan por vencidas. A pesar de que muchas mujeres, por la presión externa, han abandonado la vía legal, otro grupo amplio sigue luchando por «conseguir que se depuren responsabilidades y que alguien se haga responsable de lo que nos ha pasado», afirma a LA RAZÓN Eva Giménez, portavoz de la Asociación Nacional de Afectadas por prótesis PIP. Su organización agrupa a más de 600 mujeres y «todas vamos a seguir adelante esperamos que a finales de este mes nuestros abogados interpongan las primeras demandas», explica. Planean poner demandas por vía civil, penal y administrativa. «No entiendo cómo la Audiencia Nacional puede determinar que las prótesis mamarias no son un medicamento. A nosotras nos han metido veneno en el cuerpo», sostiene la portavoz. Son víctimas del fraude cometido por Jean-Claude Mas, un carnicero francés que se hizo rico gracias a la fabricación de estas prótesis defectuosas. «El sistema de vigilancia falló y en vez de ayudar a las víctimas, nos tratan como apestadas, pero nosotras vamos a seguir hasta el final y si es necesario nos uniremos a las afectadas de otros países para ir juntas al Tribunal de Estrasburgo». Los cirujanos plásticos de las clínicas privadas también se han desentendido del problema y «no nos tratan. Se echan la pelota unos a otros para darnos largas». Hasta ahora, los casos relacionados con estas prótesis que han llegado a los juzgados son anecdóticos, mientras las mujeres que siguen llevando las PIP sufren numerosos problemas de salud de los que la Sanidad pública no se quiere responsabilizar: «Me han realizado una mamografía y han detectado que tengo una adenopatía (un pequeño bulto), pero no me han hecho más pruebas para identificar qué es, si lo ha generado mi cuerpo como una reacción a estas prótesis». Su caso no es uno de los más graves: «Algunas de las chicas de la asociación tienen bultos en las axilas, la garganta, la yugular, e incluso, en la cabeza, pero no les hacen pruebas para determinar la causa y procedencia de estas anomalías». Eva Giménez se ha tenido que operar en cuatro ocasiones. Le colocaron unas prótesis PIP en 2007 y, a partir de entonces, no ha dejado de tener problemas: «Rechazo, quemazón, hinchazones... Y en ningún centro me han querido ayudar por ser una operación estética».
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