Pacientes

Llega a España la primera terapia biológica para cáncer de ovario avanzado

El Sistema Nacional de Salud ya cuenta con la primera terapia biológica para el cáncer de ovario avanzado, de la que se pueden beneficiar el 60 por ciento de las 3.000 mujeres que cada año son diagnosticadas en España de este tipo de tumor.

El medicamento (Bevacizumad), comercializado por Roche con el nombre de Avastin, ya se estaba utilizando para el tratamiento de otros tumores como riñón, colon y mama, pero el pasado 18 de febrero el Ministerio de Sanidad aprobó su uso en cáncer de ovario, después de que en diciembre de 2011 fuese autorizado por la Agencia Europea del Medicamento.

El visto bueno de las autoridades sanitarias viene avalado por los resultados de dos ensayos (GOGO2018 e ICON7), en el segundo de los cuales ha participado el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), cuyo presidente, el doctor Antonio González, ha asegurado hoy en rueda de prensa que se trata de un "hito histórico".

Y es que, según ha explicado González, jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Madrid, el tratamiento del cáncer de ovario no ha cambiado nada prácticamente en los últimos 20 años.

La cirugía sigue teniendo un papel esencial y es importante que sea realizada por un cirujano experto que consiga eliminar toda la enfermedad. En segundo término, se usa la quimioterapia.

Este oncólogo ha explicado que el panorama ha cambiado cuando se ha reconocido que el cáncer de ovario no es una única enfermedad, sino que tiene subtipos, y se han logrado identificar procesos biológicos "trascendentes", como la angiogénesis.

Se trata del proceso a través del cual el tumor crea una red de vasos sanguíneos por los que se nutre para seguir creciendo. En esta progresión, hay una proteína "clave", el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF), que juega un papel fundamental en la diseminación del tumor.

Según ha precisado el doctor Andrés Poveda, director del Área Clínica de Oncología Ginecológica del Instituto Valenciano de Oncología, el de ovario es el tumor que más expresa esa proteína y lo que hace este nuevo fármaco es bloquearla para impedir el crecimiento de los vasos sanguíneos.

"Con la quimio tratábamos a los tumores con artillería pesada y con muchos efectos colaterales, mientras que en los tratamientos diana (como el Bevacizumab) la toxicidad es diferente pero más selectiva", ha subrayado el doctor Poveda.

Los estudios mostraron los beneficios de utilizar combinadas la terapia biológica y la quimioterapia en un primer momento y después mantener el tratamiento solo con el antiangiogénico durante un periodo entre 12 y 15 meses.

De esta forma, se consigue aumentar la supervivencia libre de progresión (el tiempo en que está controlada la enfermedad) en 5 o 6 meses respecto al tratamiento tradicional (pasa de 10 a 15-16 meses), lo que significa una reducción de esa progresión de un 30 %, ha señalado el doctor González, quien ha precisado que cuando se incrementa este parámetro también lo hace la supervivencia global.

Ambos especialistas han coincidido en destacar que las pacientes más beneficiadas son aquellas de alto riesgo, es decir las que tienen la enfermedad en fase III (el cáncer se ha extendido fuera de los ovarios) o IV (afecta a otros órganos).

En el subgrupo de pacientes en fase III, en las que la cirugía ha dejado enfermedad residual, es aquél en el que el fármaco es más eficaz, ya que se consigue disminuir la mortalidad en un 22 %, ha señalado el doctor González.

No existen datos que demuestren que es eficaz en estadios iniciales I y II (en los que el tumor presenta mejor pronóstico); en estas fases solo se diagnostica a un 25 % de las mujeres.