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La furia del mar engulle a un bebé en Asturias

Varias personas participan en las labores de búsqueda
Varias personas participan en las labores de búsquedalarazon

El pequeño, de 20 meses, había acudido a ver las olas de nueve metros con su padre y su abuelo. La familia había llegado de Perú días antes.

«El mar no admite bromas». Así se expresaba ayer el alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, en conversación con LA RAZÓN después de que el mar engullese a un pequeño de 20 meses que veía, junto a su padre y su abuelo, de la belleza del oleaje cantábrico en días de temporal en la playa de Frexulfe a media tarde de ayer. No eran los únicos, aunque sí los que más se acercaron «a las olas de vértigo». Allí estaban el concejal de Seguridad Ciudadana, Mariano Fernández, que presenció la tragedia y también cómo el padre luchaba una y otra vez contra un mar violento una vez le había arrebatado a su hijo, que iba en brazos del abuelo. «El mar no entiende la desesperación de un padre», añade el regidor.

Ayer, a última hora de la tarde, en Navia se respiraba un ambiente desolador, por la tragedia que afecta a un niño y porque se podría haber evitado. «Quiero mandar dos mensajes. El primero de condolencias a la familia que vive una tragedia. El segundo es de prudencia a la hora de acercarse al mar cuando las condiciones son adversas», explica García Palacios. El alcalde de Navia reconoce que es habitual que haya personas que se acerque a ver el espectacular oleaje en jornadas como las de ayer y también que muchos pierden la sensatez y el realismo por un momento y se exponen a sufrir un accidente. «Esto es el mar, olas de nueve metros», recuerda. Cada año, añade, se producen casos como éste, aunque sin víctimas mortales. «Desde el Ayuntamiento insistimos en la prudencia, colocamos cintas para disuadir del paso e incluso enviamos a la Policía local, pero no hay manera», explica con cierta resignación.

El niño, al que apenas daban anoche esperanzas de vida, acababa de llegar a España días atrás junto a sus padres, un asturiano y una peruana, desde Perú para establecerse definitivamente en España. «Era muy conocido en Navia, aunque vivía en un concejo limítrofe. El abuelo del pequeño había sido pescador en la zona. Estamos conmocionados, es horrible y me sumo a su dolor», concluye.

A última hora de ayer, el helicóptero de Salvamento Marítimo seguía activo. Sólo había podido ver lo que creen que es el jersey que llevaba el niño. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil, Protección Civil y la Policía Local preveían pasar toda la noche esperando hallar al pequeño entre las aguas o a que éstas lo devolvieran a la playa. El padre se recuperaba en el hospital.

El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias recomendó a la población que extremara la precaución ante la previsión de olas de hasta nueve metros de altura. También había instado a evitar los acantilados, paseos marítimos y otras zonas peligrosas en las que las fuertes rachas de viento puedan provocar caídas o producirse golpes de mar.