Ministerio de Sanidad

Sanidad aconseja vacunar a embarazadas de tosferina entre las 27 y 36 semanas

Con la vacuna, aumentan las defensas, que protegen al recién nacido hasta que recibe la primera dosis de la vacuna

La tosferina empieza como un resfriado común, con congestión nasal o moqueo, estornudos y, a veces, tos o fiebre leve, pero después de una o dos semanas puede comenzar una tos intensa.

El Ministerio de Sanidad recomienda desde hoy a las embarazadas que se vacunen frente a la tosferina entre las semanas 27 y 36 de gestación ya que se ha demostrado que la vacunación en éstas es la estrategia más efectiva para prevenir esta infección respiratoria en los niños menores de tres meses. Se trata de una recomendación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que desde hoy publica en su web dos documentos con información sobre la estrategia de vacunación frente a la tosferina en embarazadas, elaborados junto a las comunidades autónomas y varias asociaciones de profesionales.

Sanidad y las comunidades empezaron a trabajar en este asunto después de acordar en un Consejo Interterritorial de Salud de 2014 introducir la vacunación frente a la tosferina en las embarazadas. Estos documentos están disponibles en la web de Sanidad. En el link se pueden encontrar respuestas a numerosas preguntas sobre esta enfermedad contagiosa causada por una bacteria que provoca una infección respiratoria. Aunque puede afectar a cualquier edad, incluso a adultos, durante los primeros meses de vida es cuando la enfermedad puede ser más grave. Puede ser necesaria la hospitalización del bebé y en algunos casos llega a ser mortal. Las personas que conviven y cuidan al bebé son las que pueden trasmitirle sobre todo la enfermedad a través de la tos y los estornudos.

La tosferina empieza como un resfriado común, con congestión nasal o moqueo, estornudos y, a veces, tos o fiebre leve, pero después de una o dos semanas puede comenzar una tos intensa. A diferencia del resfriado común, puede producir accesos de tos violentos y rápidos durante varias semanas, que hacen que el enfermo tenga que esforzarse más por respirar, produciendo una especie de "silbido"que se conoce como "gallo inspiratorio".

Pero es importante saber que muchos bebés con tosferina no tienen casi tos y que, en su lugar, pueden producirse pausas en la respiración. Para proteger a estos bebes, Sanidad recomienda la vacunación en las embarazadas, que cuentan con vacunas combinadas con otras, que protegen también frente a la difteria y tétanos. Además, hay vacunas que protegen frente a cuatro, cinco y seis enfermedades.

Con la vacuna, las embarazadas aumentan sus defensas (anticuerpos) y además éstas protegen al recién nacido hasta que recibe la primera dosis de la vacuna según el calendario infantil. Se recomienda vacunar entre las semanas 27 y 36 de gestación -preferiblemente entre las semanas 28 y 32, y se debe hacer en cada nuevo embarazo, independientemente de cuando se haya recibido la última dosis de vacuna frente al tétanos y de si se ha vacunado en un embarazo anterior.

Y ¿por qué se recomienda la vacunación en estas semanas?. Se ha comprobado que la sangre del cordón umbilical de los recién nacidos de madres vacunadas presenta más cantidad de defensas en comparación con los recién nacidos de madres no vacunadas y que el mayor paso de defensas a través de la placenta tiene lugar en el último trimestre de embarazo. No obstante, se puede administrar la vacuna a las mujeres de más de 37 semanas de gestación, aunque no sea el momento óptimo para proteger al bebé.

Las defensas en los adultos alcanzan su nivel máximo alrededor de dos semanas después de la vacunación y puede no dar tiempo suficiente para que se transfieran al bebé si el parto tiene lugar antes.