Policía

Segarra, presunto asesino y estafador de ancianos

El acusado de descuartizar a un español en Tailandia estaba en busca y captura por engañar a un centenar de personas mayores con sus viviendas.

Arturo Segarra, tras ser entregado ayer a las autoridades tailandesas
Arturo Segarra, tras ser entregado ayer a las autoridades tailandesaslarazon

El acusado de descuartizar a un español en Tailandia estaba en busca y captura por engañar a un centenar de personas mayores con sus viviendas.

El presunto «descuartizador» de Tailandia, el catalán Arturo Segarra, de 36 años, detenido por torturar y mutilar al empresario catalán David Bernart, se encontraba en España en busca y captura por varios delitos. Entre ellos por estafa y tenencia ilícita de armas. La Policía le buscaba después de haber estado implicado en una red de estafa a un centenar de ancianos en Barcelona a los que les compraba su piso a cambio de una renta vitalicia.

Segarra tenía una habilidad especial para convencer a los ancianos para que se prestaran a firmar lo que se conocía como una «hipoteca inversa» que, en realidad, recogía claúsulas abusivas y llegó a provocar el deshaucio de numerosas víctimas. El fraude supera los tres millones de euros. Los Mossos d’Esquadra detuvieron, en el marco de la «operación Cocoon», al notario Enrique Peña y al abogado Francisco Comitre. No obstante, Segarra figura como número dos de los imputados, después de Comitre por el caso. Sin embargo, nunca fue capturado por la Policía, ya que logró eludir la detención al marcharse a Tailandia.

De hecho, la asociación de víctimas «Stop estafadores», que surgió como consecuencia de la desarticulación de la trama, hasta ayer no fue consciente de la vinculación del presunto descuartizador con el fraude del que habían sido víctimas multitud de ancianos de avanzada edad.

Una de las víctimas de la red de Artur Segarra fue la familia de Ruth, concretamente uno de sus hermanos y su padre, aunque ninguno de ellos tuvo trato directo con Segarra. Sí lo tuvieron con Francisco Comitre y Enrique Peña. Esta red se aprovechó de una deuda de su hermano para arrebatar la vivienda a su padre, que pensaba que había avalado un simple crédito. Lo que firmó, tenía entonces 81 años, fue otorgar plenos poderes a su hijo, un circunstancia que la trama utilizó para vender la vivienda de su padre. «Se enteró por una notificación del Ayuntamiento de Martorell. Pensamos que era cosa de mi hermano, pero a él también le engañaron», explica Ruth.

David Bernart, un consultor catalán de 40 años, desapareció de su casa el pasado 20 de enero y a principios de febrero fue hallado descuartizado en siete partes en distintas zonas del río Chao Phraya de la capital tailandesa.

Bernart asesoraba a una empresa extranjera y había viajado en multitud de ocasiones a Tailandia. La visita más reciente la realizó el pasado 19 de enero, cuando llegó a Bangkok desde Teherán, según informó la Policía tailandesa. Los forenses creen que fue asesinado entre el 25 y el 27 de enero.

La novia de Segarra, una joven de 22 años, confesó a los agentes tailandeses que el español huyó en moto hasta Camboya después de ver su rostro en las noticias de televisión cuando se encontraba tomando una copa en la barra de un bar. Al verse reconocido por varias personas que se encontraban en el local, Segarra huyó inmediatamente.

Los agentes confirmaron que se habían producido grandes movimientos de dinero desde las cuentas de Bernat hacia otras de España y Tailandia, entre ellas la de Segarra, por valor de casi un millón de euros.