Tener mascota también tiene “letra pequeña”

Educar en la tenencia responsable y huir de las adquisiciones caprichosas es una de las medidas para evitar el abandono.

Cada año, miles de mascotas sufren abandono o maltrato en nuestro país: concretamente, 138.000 perros y gatos según los últimos datos de la Fundación Affinity, sin contar los que no aparecen, los que matan o, incluso, los que recoge la gente por la calle. La falta de concienciación de la sociedad supone que, en demasiadas ocasiones, muchos de ellos mueran atropellados, por enfermedad, hambre o, sencillamente, acaben sacrificados en una perrera. Por ese motivo, en MundoBoxer.Net, centrados en la «salvación» y protección de perros –concretamente de los bóxers–, han creado esta web donde se fomenta y facilita la adopción de estos canes. «Ellos no son objetos. Son seres sintientes, dotados de emotividad como cualquiera de nosotros. Buscamos bóxers en adopción y les damos difusión para que tengan una segunda oportunidad, porque perros de pura raza también se abandonan», subraya Libi, administradora de la página.

Este grupo también está presente en Facebook en el perfil SOS Bóxer. Una de sus tareas principales es poner en contacto directamente a aquellos interesados en acoger con las protectoras o los refugios para que todo sea más sencillo y fluido. «Efectivamente, nosotros actuamos de enlace para intentar reducir el tiempo y poder encontrarle un hogar al animal. De otro modo, el adoptante podría darse por vencido si la búsqueda no ofrece resultados a corto plazo, lo que provocaría que éstos opten por adquirir el perro por otros medios menos favorables», cuenta la administradora.

La adopción animal es una de las cosas que más cuesta. Sensibilizar a la sociedad con respecto a este tema no resulta nada fácil, ya que desde 2015 el número de mascotas desamparadas aumenta. «Lo ideal es que no hubiera abandonos, así no serían necesarias las adopciones. Sin embargo, la cruda realidad nos muestra lo contrario.

Creemos que la gente está cada vez más concienciada, pero surgen nuevos factores como la falta de responsabilidad, de empatía y de información». Además, añade que «cualquiera puede adquirir una mascota: puedes comprarla o que te la regale un vecino, incluso que un amigo de un amigo, que ha criado por no castrar a su animal, tenga una camada tras otra que acabe dando a cualquiera. En el peor de los casos, dejándolos a su suerte en cualquier lugar con tal de no cargar con los gastos que suponen los cachorros. Si le obligaran a hacerse cargo de todos, otro gallo cantaría». Así pues, «creamos la página web MundoBoxer.Net con el fin de reunir toda la información exigida sobre las necesidades y cuidados concretos del bóxer para después compartirla de forma desinteresada. «De esta manera, cualquiera podría saber qué esperar cuando llega uno de estos amigos a la familia», expone Libi, que lo que realmente busca es que todo aquel que quiera un perro sepa lo que conlleva tenerlo. «Muchos dueños no tenían en cuenta los detalles cuando se decidían por el bóxer. Se enfrentaban a varios problemas que terminaban con el perro en adopción por no saber manejar la situación o sencillamente porque “esperaban otra cosa”», explica, un poco frustrada con esta situación.

La web se especializó en esta raza porque «creemos que centrarnos en un tipo de perro concreto presenta la información de forma más eficaz a un posible adoptante», y, al mismo tiempo, aconseja al interesado sobre sus necesidades, como hacer ejercicio de forma regular, evitando futuros inconvenientes, ya que al final lo que intentan es «concienciar lo máximo posible sobre el abandono y ayudar a paliarlo con los medios de los que disponemos», aclara Libi. Además, cuenta con una amplia diversidad de artículos sobre la leyenda del bóxer, la historia de la raza o la castración o para aquéllos que quieran saber más. Esta última es de las más importantes, ya que la castración es una medida muy eficaz para evitar las camadas masivas o por despistes. «Se debería promover y abaratar su coste. De esta forma, se reduciría la cría descontrolada y con ello los abandonos», concluye.