Ciencias humanas
Todos tenemos un ojo dominante, ¿cómo averiguar cual es el tuyo?
El cerebro tiene un ojo preferido y saber cuál es puede servir para mejorar la visión en actividades como la fotografía, el golf o el tiro
La visión se forma con la información que recibe el cerebro a través de los ojos, pero siempre hay uno dominante, en el que el cerebro fija la vista por tener una mayor agudeza visual que el otro.
La visión se forma con la información que recibe el cerebro a través de los ojos, pero siempre hay uno dominante, en el que el cerebro fija la vista por tener una mayor agudeza visual que el otro.
A pesar de que en la visión participan ambos ojos, la mayoría de personas tiene un ojo dominante; es decir, el favorito de nuestro cerebro. En la mayoría de los casos, los ojos funcionan bien como equipo y tienen una agudeza visual similar, pero siempre hay un ojo "líder". En otras ocasiones, se utiliza el término ojo dominante para describir el ojo con mejor funcionamiento en casos en los que existe alguna disfunción, como es el caso del estrabismo.
¿Existe alguna manera de averiguar cual es nuestro ojo dominante? En realidad sí. Un sencillo vídeo ayuda a conocer en cada caso cual es el ojo "líder". Para ello, sólo es necesario extender los brazos hacia adelante y crear con las manos una abertura triangular entre los pulgares y el índice y poner las manos en un ángulo de 45 grados.
Con los dos ojos abiertos, hay que centrar dentro de la abertura triangular un objeto distante, como un reloj de pared o la cerradura de una puerta. Después, hay que cerrar el ojo izquierdo. Si eo objeto permanece centrado, el ojo derecho -que es el que permanece abierto- es el ojo dominante. Si el objeto queda fuera del triángulo formado por las manos, el ojo izquierdo es el dominante.
Si no quedan convencido con el resultado, se puede intentar de otra manera. Extiende un brazo hacia el frente con el pulgar o el dedo índice hacia arriba. Después, con los dos ojos abiertos y mirando a un objeto distante, superponga el pulgar o el índice sobre dicho objeto. Si el pulgar desaparece parcialmente, no hay que preocuparse, es normal. En ese momento, cierre y abra los ojos de forma alterna. el ojo que mantiene el pulgar directamente delante del objeto mientras el otro ojo permanece cerrado será el ojo dominante.
Estas dos pruebas se denominan de "observación", ya que implican alinear un objetivo visual con un dispositivo de observación improvisado que simula la vista a través de un visor.
Algunos estudios han demostrado que las pruebas oculares dominantes, aunque simples de realizar y generalmente precisas, pueden verse afectadas por la habilidad con la mano (ver más abajo) y otros factores no visuales. Aunque la dominancia y la habilidad con los ojos (ser diestro o zurdo) no están directamente relacionados, estos rasgos están significativamente asociados. Los estudios de población muestran que alrededor del 90 por ciento de las personas son diestras y alrededor del 67 por ciento son dominantes del ojo derecho.
Aunque la investigación ha demostrado que las probabilidades de que una persona diestra sea dominante con el ojo derecho son altas: aproximadamente 2,5 veces más altas que las probabilidades de que esa persona sea dominante con el ojo izquierdo, es imposible predecir el dominio de los ojos basándose únicamente en la mano.
¿Es posible no tener un ojo dominante?
Es posible, pero extraño. Puede que al realizar la prueba no de un resultado del todo convincente. Es más probable que una persona tenga dominancia ocular mixta o alterna donde un ojo es dominante para ciertas funciones y el otro para otras.
La explicación para esto hay que buscarla en el cerebro. Dentro de la corteza visual (la parte del cerebro que procesa la información visual) hay bandas de células nerviosas (neuronas) llamadas columnas oculares dominantes. Estas bandas de neuronas parecen responder preferentemente a la entrada de un ojo u otro y son importantes para el desarrollo de la visión binocular.
¿Para qué es importante saber cual es el ojo dominante?
En determinadas actividades, conocer cual es el ojo dominante puede ayudar mucho a la persona que las realiza. Así, por ejemplo, en deportes como el tiro al plato, el golf o el béisbol puede ayudar a ajustar la técnica realizar la präctica con una mayor precisión. O en la fotografía, en la que el ojo dominante ofrecerá una visión más real de lo que va a ser inmortalizado.
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