Policía

Un hombre cumplirá 13 años de cárcel por matar a su pareja al pensar que se estaba riendo de él

Un hombre cumplirá una pena de 13 años de prisión por matar a su pareja sentimental en su piso de Valencia al pensar que se estaba riendo de él. El acusado, que se ha sentado este lunes en el banquillo ante un jurado popular en la Audiencia de Valencia, ha reconocido los hechos con un: "Sí, son ciertos".

Inicialmente el ministerio fiscal pedía para el hombre, de 43 años, 18 años de prisión por un delito de asesinato, pero finalmente, tras reconocer los hechos, se le ha rebajado la pena hasta los 13 años al considerar la circunstancia eximente incompleta de enfermedad mental. También deberá indemnizar a las tres hijas de la fallecida -de 13, 28 y 29 años- con casi 200.000 euros en total.

El hombre mantenía una relación con la víctima análoga a la matrimonial durante unos 10 años, y ambos vivían con la hija menor de ésta, de 13 años, en un piso en la calle Carolina Alvarez de Valencia. El 14 de septiembre de 2013, cuando la pareja estaba en el salón, sobre las 12 horas, el acusado ingirió una cerveza y luego se dirigió a la cocina para coger otra y cortar un poco de fiambre. En ese momento escuchó risas que procedían de la calle pero pensó que era su pareja la que se reía de él.

Por este motivo, al sentirse ofendido por ella, cogió un cuchillo, fue al salón y de manera súbita se lo clavó a su pareja en el pecho y en el cuello mientras le decía 'Te estás riendo de mí'. Seguidamente, abrió la puerta de la calle y le dijo a la víctima que se fuera a casa de sus padres porque él se iba a matar. Los progenitores vivían dos pisos más arriba, en el mismo edificio.

La víctima salió arrastrándose de la casa y subió por las escaleras hasta que pudo llamar a los padres del acusado. Seguidamente se desplomó en el rellano, mientras le abrió la puerta el padre, quien bajó a la peluquería a buscar a su mujer y ésta llamó al '112 Comunitat Valenciana'. Los servicios sanitarios ya no pudieron hacer nada por salvarle la vida. En total, la mujer recibió cuatro cuchilladas, una de ellas le perforó las paredes cardiacas, lo que le causó la muerte. El acusado está afectado de un trastorno inducido por el alcohol que ha consumido a lo largo de su vida compatible con una ideación delirante que le afecta de modo moderado-grave. Esta afección le anula parcialmente sus facultades volitivas y cognoscitivas.

Como consecuencia del suceso, las hijas de la víctima presentan secuelas emocionales. La menor sufre estrés postraumático tipo crónico, así como pensamientos y conductas que pueden suponerle sesgos cognitivos que condicionen la configuración de su personalidad; la mediana tiene sintomatología depresiva y psicomatizaciones de intensidad moderada; y la mayor sufre sintomatología ansiosa depresiva de moderada intensidad que manifiesta mediante canales psicosomáticos. Además, presenta estrés postraumático.