Un joven le clava un cuchillo a su novia porque se negó a probar la comida de su madre

Nadie esperaba una reacción así y menos de su novio. Sin embargo, lo que iba a ser una comida familiar se convirtió en un intento de asesinato

Nadie esperaba una reacción así y menos de su novio. Sin embargo, lo que iba a ser una comida familiar se convirtió en un intento de asesinato. El detonante, que la víctima se negara a comer el plato que le había preparado su suegra. En ese momento, Andrew Auwkit, de 25 años y con algún problema psiquiátrico, desató toda su ira y la apuñalo 99 veces con el cuchillo y el tenedor.

Auwkit acaba de ser condenado por los hechos, que se produjeron el 9 de mayo en casa de sus padres. La joven, con un trastorno de la alimentación, se negó a probar bocado y su novio se abalanzó sobre ella y le gritó "¡hora de comer!"y hundió sus cubiertos en su pecho de forma compulsiva. Fue el mismo agresor el que llamó a emergencias y la víctima fue trasladada al hospital con un pulmón colapsado, según informa el diario británico "Mirror".

Después de ser detenido y ya en prisión preventiva, Awkit intentó evitar a toda costa que le denunciara y le envió una serie de cartas amenazantes. Pero la víctima siguió adelante con el proceso y el pasado 7 de noviembre fue condenado a seis años de prisión.

En su sentencia, el juez Richard Griffith-Jones reflejó que "cuando la joven se negó a comer, el acusado perdió los nervios y utilizó las armas que tenía más a mano para, en un ataque de ira la apuñaló en varias ocasiones y le causó un colapso pulmonar".

Auwkit, con antecedentes penales, había estado en prisión durante 16 semanas por un delito sexual y por conducir una moto a pesar de que había perdido el carné por una infracción. Al cumplir la condena, salió el pasado 9 de abril y se reencontró con su novia. Su abogado explicó que había mostrado arrepentimiento por lo ocurido e intentó que lo absolvieran porque las lesiones no habían generado secuelas. Sin embargo, el tribunal decidió condenarlo y ya se encuentra entre rejas