¿Un recurso con recorrido?

l ¿Qué recorrido puede tener el recurso planteado por el abogado de Bretón ante el TSJA de Andalucía?

–Desde el punto de vista procesal, todo juicio puede tener sus lagunas. En este caso, Sánchez de Puerta esgrime la cadena de custodia en los huesos de los menores: quién los custodió, cuándo, dónde... Desde ese punto de vista, existen argumentos jurídicos de fondo para plantearlo. No está carente de fundamentación. Desde mi punto de vista, la cadena de custodia dejó mucho que desear. Hay que tener en cuenta que el Código Penal es un código técnico, distinto al juicio social y moral que puede hacer la gente: son cuestiones penales que deben garantizar el procedimiento.

l ¿Podría repetirse el juicio, tal como ha solicitado el letrado, con un jurado profesional?

–La construcción del recurso del abogado de Bretón tiene base jurídica. Hay que recordar que, al igual que la setencia dictada por un juez puede ser anulada por el Tribunal Supremo, eso mismo puede pasar con todo. Si la palabra de todo juez puede ser discutida, ¿por qué no la de un jurado popular? Ambos pueden equivocarse. Y la verdad absoluta no existe.

l ¿Hay una falta de arraigo de los jurados populares en nuestro país?

–El problema principal es que en España no existe la tradición juradista. Y al no estar el español acostumbrado, pueden surgir dos peligros: por un lado, que el jurado tenga cierto afán vengativo; y por otro, que no quiera problemas. Eso lo saben los enjuiciados: Miguel Carcaño, el asesino de Marta del Castillo, se inventó que había cometido una violación para evitar el jurado popular y ser juzgado por otro profesional. Los jurados no pueden hacerse a la fuerza. Se ha querido implantar una tradición de jurado cuando el pueblo español no lo quería ni estaba preparado. En Estados Unidos, en cambio, sí existe: la gente no acude con animadversión a un juicio.