Una estadounidense sigue trabajando a sus 100 años

La vida de Felimina gira en torno a una tintorería. Tiene 100 años y se pasa en ella trabajando once horas al día seis días a la semana.

«Hablo con la gente todos los días, dice, estoy fuera de casa, me levanto y digo, tengo que ir a trabajar». Ese parece el secreto de su longevidad. Que no haya parado desde los 15 años. Los últimos 40 haciendo esto.

Nunca se sabe cuánto más voy a trabajar, pero lo voy a hacer hasta que no pueda caminar, asegura. Cree que la jubilación no debería llegar hasta los 75 años. Porque, mientras haya salud hay que hacer algo, salir y hacer algún trabajo, concluye. Para ella es real eso de que el trabajo da la vida.