Una estudiante de medicina venderá su virginidad por 400.000 dólares

Una joven de 27 años ha decidido subastar su virginidad. Para ello, ha abierto un blog en el que explica sus motivaciones y en el que indica que su objetivo es ganar 400.000 dólares (288.000 euros), a cambio de mantener sexo con otra persona con la que permanecerá durante 12 horas en un hotel de lujo. Elizabeth Raine, nombre ficticio creado para la ocasión, lo tiene todo planeado. La primera vez que se planteó esta posibilidad fue hace cinco años, al leer un artículo en el que otra mujer Natalie Dylan, de 22 años, anunciaba que vendía su virginidad por 3,8 millones de dólares. A raíz de esto, Raine comenzó a construir su personaje hasta llegar hasta el sorprendente anuncio. La subasta comenzará el 1 de abril en su página web y se prolongará durante un mes. Raine confiesa que no ha visto a ningún hombre desnudo y que ha tenido relaciones sexuales hasta ahora porque las relaciones sentimentales que ha tenido han sido fugaces y que en ningún caso ha logrado conectar suficientemente con su "media naranja", algo que para ella era importante a la hora de practicar sexo. Raine es sincera y considera esta subasta como una forma de ganar dinero. Para guardar su anonimato y que esta situación no le afecte en el futuro, ha cambiado de nombre y ha subido fotos suyas en ropa interior en las que no se le ve la cara, pero se puede observar su belleza. Sin embargo, explica que mide 1,78, que pesa 59 kilos, que tiene el pelo rubio y los ojos azules.

"No tengo apego emocional en absoluto a mi virginidad. Es una manera convincente y fácil de ganar dinero", indica.Raine entiende que, para algunas mujeres, la pérdida de su virginidad es un momento importante en sus vidas, pero según ella, "es más que un acto físico"y "no es más que una transacción comercial. El sexo es sólo sexo", añade.

Esta joven abrió su blog hace unos meses y ya daba muestras de sus intenciones. Titulado "Reflexiones de una virgen puta", indica que para evitar problemas legales, ha encontrado un agente y publicista en Sydney, Australia, donde las leyes de prostitución son más laxas y permiten este intercambio. La trasacción se realizará en un hotel de lujo, que estará controlado por amigos y familiares de la joven para evitar sustos inesperados. Asimismo, advierte que cualquiera de los que pujen por ella y sueñen con repetir el argumento de "Pretty Woman"debe ir quitándose la idea de la cabeza porque "sé muy bien lo que voy a hacer y me conozco lo suficiente para saber que no me va a afectar emocionalmente".