Una tentación continua

–¿Qué se debería evitar para recaer en el tabaco?

–Lo normal es conseguir dejarlo después de varios intentos. La gente se desespera, pero así puede saber qué es lo que le ha hecho recaer cada vez que ha fracasado y tener un conocimiento de por qué le ha pasado. Eso contribuye a cada persona y así es más fácil tratarla.

–¿Y la concienciación social?

–Ahora toda la gente sabe que fumar es malo. La gran mayoría de los fumadores quiere dejar de fumar y sus amigos fumadores suelen verlo con buenos ojos.

–A nivel institucional sí se ha avanzado en este aspecto.

–Hemos conseguido desnormalizar el consumo, y ayuda mucho. Antes de la ley, el hecho de ver a alguien fumando en un restaurante hacía que te entraran ganas de echarte un cigarro. Un paso más allá es el empaquetado genérico. Muchos ex fumadores, al ver la cajetilla de su marca favorita con su logotipo y sus colores típicos, pueden volver a querer fumar en ese momento, como suele pasar en los bares cuando la cajetilla se deja encima de la mesa.

–¿Cada ex fumador es un caso particular al que sólo le funcione unos métodos?

–El ex fumador siempre será fumador y tendrá riesgo de recaer. La nicotina es tremendamente adictiva y hay que estar vigilante para que no ocurra, porque cualquier aspecto puede provocar la recaída.

–El aspecto económico también ayuda a no recaer.

–Lo ideal es que cada uno tenga muy claro lo que le aporta y lo que le quita fumar. Hay gente que ahora lo está pasando mal económicamente pero sigue fumando y eso indica el tremendo poder adictivo de la sustancia.

–¿Los medicamentos funcionan para dejarlo del todo?

–Con tal de buscarse una excusa para dejar de fumar, la gente suele agarrarse a un clavo ardiendo, pero los medicamentos sólo hacen que se deje de fumar durante un plazo concreto.

–¿Y cómo influye la edad a la hora de resistirse a encenderse de nuevo un pitillo?

–La edad no influye como tal, pero sí el tiempo que se llevaba fumando. Cuando uno lleva mucho tiempo con una adicción, le cuesta más conseguir dejarla totalmente. Los que empezaron más jóvenes suelen recaer más, pero tampoco hay reglas escritas y a algunas personas siempre podrán dejarlo con más facilidad que otras.

*Presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo