Cine
Susan Sarandon: «No me volvería a casar nunca»
La actriz interpreta a la amante de Robert de Niro en la comedia «La gran boda», plagada de rostros conocidos como los de Diane Keaton, Robin Williams y Amanda Seyfried.
La última vez que charlamos con Susan Sarandon fue durante la presentación en San Sebastián de «El fraude». Su compañero de reparto, Richard Gere, parecía tener más interés por degustar de nuevo la gastronomía vasca que en convencer a la prensa. La Sarandon, sin embargo, se explayó. Parecía inevitable, pues, aunque tenía un papel más bien exiguo, la película analizaba el comportamiento de los reyes de la finanzas de Manhattan al inicio de la crisis económica, y ya sabemos que en lo que a política se refiere a la actriz siempre le gusta mojarse. Ahora mantenemos una charla telefónica por el estreno de «Mi gran boda», una comedia que no puede ser más comercial, sin embargo el tono de Sarandon es igual de amable: «Es lo que he tratado todo el tiempo, cambiar de registro y de temas», advierte sobre las diferencias entre ambos títulos.
Hijo adoptado
Si acompañamos a esta explicación los nombres principales del reparto puede que todo se entienda mejor: Robert de Niro, Diane Keaton, Katherine Heigl, Amanda Seyfried y Robin Williams. Así que la actriz acaba por asumir que «una parte importante del sí se debe a que nunca había trabajado con Keaton o de Niro. Me pareció un grupo de gente divertida con la que pasar el verano». Pero, ¿resulta más sencillo rodar con estos estrellones que con otros actores? «No, es una cuestión de saber captar el sentido del humor de la gente con la que trabajas. Había otros intépretes más jóvenes con los que el trabajo fue fantástico. En esto interviene mucho también el director, si consigue que el grupo se sienta seguro. En ocasiones es incluso más divertido rodar con niños que con gente mayor», responde la protagonista de «Thelma & Louis».
Las bodas siempre son un desafío para cualquier pareja, pues hay que invertir tanto esfuerzo en la organización que muchas veces hay quien llega al gran día ya con ganas de divorciarse. Esta vez el lío no es que dos familiares deben coincidir en la misma mesa, sino que hay una persona, fundamental para el novio, que no puede asistir, que es Bebe, precisamente el personaje de Sarandon. Interpreta a la actual pareja de De Niro, el padre adoptivo del novio, que, sin embargo, ha mantenido relación su madre biológica en Colombia, de férreas creencias religiosas. A última hora decide unirse al convite, lo que complica mucho las cosas, pues no sabe que aquella pareja a la que cedió su hijo (De Niro y Diane Keaton) llevan diez años separados porque Bebe (Sarandon), que era la mejor amiga de ella, acabó enamorándose de su marido. Así que para no amargar el reencuentro deciden fingir que la pareja sigue unida, lo que fuerza a Sarandon a salir de escena: «No siempre es así, pero suele ocurrir que dar vida a la amante es más divertido que encarnar a la esposa», asegura la actriz, que confirma, sin dar más explicaciones, que el personaje funciona como contrapunto al de Keaton: «Somos dos mujeres diferentes, nuestra manera de intepretar también y nuestros personajes lo son».
Un embarazoso comienzo
En cualquier caso, «La gran boda» funciona como una perfecta guía de lo que no debe ocurrir en una ceremonia de este tipo: «Mi hija se casó el pasado mes de octubre y el rodaje fue una buena preparación de todo lo que teníamos que tratar de evitar ese día». Quien no piensa en el matrimonio es la propia Sarandon: «Me parece fantástico que la gente haga lo que quiera, pero yo no quiero casarme de nuevo».
Respecto a cómo llevó convertirse en la pareja de Robert de Niro, además de echar flores al veterano actor, la intérprete recuerda que «la primera escena que rodamos fue lo primero que se ve en la película que es una escena un tanto peculiar y embarazosa y más para romper el hielo –en ella se ve como Diane Keaton aparece por sorpresa en la casa de su ex y su mejor amiga cuando ellos dos están en pleno acto sexual...–. Eso fue lo más divertido, pero también lo más duro que hicimos juntos en el filme». Obtener una carcajada del público es para esta veterana tan reconfortante como lograr una reflexión profunda, o, al menos así lo dice durante la promoción de esta comedia: «Hay muy diferentes factores a la hora de escoger un guión, pero además de probar con un nuevo director y con una mujer como Keaton, también me llamó la atención hacer entretenimiento incluso ahora que las cosas están tan mal. Lo que me sigue fascinando de este negocio es hacer que alguien se olvide de sus problemas durante un par de horas o darles material para que puedan hablar durante la cena posterior al cine», argumenta.
Además de «El fraude», a la que nos referíamos al principio, acabamos de verla en «El atlas de las nubes», pero no será la última vez que en esta temporada visite nuestras pantallas, pues la agenda de Sarandon, a punto de cumplir 67, no puede estar más a tope.
Muy alcoholizada
«Acabo de terminar de rodar dos películas. Una sobre los últimos días de Errol Flynn («The Last of Robin Hood»), que creo que es genial y otra sobre un asesino en serie en la que interpreto a una alcohólica («The calling»)». Pero la cosa no acaba ahí: «Mi siguiente proyecto es una comedia muy física que rodaré en Carolina del Norte junto a Melissa McCarthy (Tammy), en la que doy vida por primera vez a una abuela también alcohólica, o sea que creo que voy a tener que beber mucho en los próximos meses», concluye la actriz riendo.
Un compañero 32 años menor
El mensaje del titular parece dirigido a Jonathan Bricklin (en la imagen), la actual pareja de la actriz, que tiene 32 años menos que ella. Según parece, llevan juntos desde 2010, aunque ella tardó en reconocer la relación públicamente. Recientemente, aclaró a «People» que no le gustaba la palabra «romance». El «noviazgo es una palabra tan estúpida. Se puede decir...que estamos colaborando juntos en muchas áreas diferentes». La actriz fue conocida durante mucho tiempo por formar una de las parejas más estables de Hollywood con Tim Robbins, al que se mantuvo unida durante 23 años. En 2009 ponían fin a su relación que dejó como fruto dos hijos. Sarandon tiende a la estabilidad sentimental, pues se casó previamente con Chris Sarandon, de quien tomó el apellido, que fue uno de sus compañeros de instituto. También mantuvo un noviazgo, a mediados de los 80, con el director Franco Amurri, con quien tuvo en 1985 a su hija Eva, con quien ha coincidido este año rodando «El día de la madre», coprotagonizada por Andie MacDowell, Sharon Stone, Cristina Ricci y Laura Dern.
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