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Hogar

Poca gente lo sabe, pero por la noche deberías poner el ventilador apuntando hacia la ventana: el truco que enfría la habitación entera

Hacer que el ventilador pase de ser un elemento que proporciona aire fresco de manera puntual a un aliado que enfría la habitación completa depende de la orientación que se le dé

Dejar el ventilador orientado hacia la ventana toda la noche refresca las estancias Canva

Puede sonar contraproducente o incluso ilógico, pero pedimos que se le dé una oportunidad a la ciencia para aclarar el motivo de que dirigir las aspas de nuestro ventilador durante la noche hacia una ventana abierta es un método más que válido de refrescar la estancia en cuestión.

Sabemos del estrés que puede generar el hecho de soportar temperaturas elevadas durante varios días consecutivos y, por tanto, encontrar soluciones para hacer estos episodios más llevaderos se convierte en una responsabilidad.

Alternativas con diferente eficiencia energética y gasto económico

Por supuesto, esta explicación se centra en los ventiladores de pie, en los que podemos trasladar de un sitio a otro, y no incluye por tanto los ventiladores de techo. En ellos ya hay un ‘modo verano’ con el que se les puede sacar un rendimiento mayor. Pero hoy nos vamos a centrar en los ventiladores más clásicos y en lo práctico que es usarlos del revés durante la noche.

Los aparatos de aire acondicionado están muy bien y son una solución difícil de mejorar durante el verano, de ahí que compañías como Xiaomi se adentren en ese mercado. Para quienes no contemplan un desembolso inmediato ni a nivel de factura de la luz tan elevado, existe una solución igual de eficaz con los ventiladores convencionales.

Cuando la ciencia supera a la lógica

El truco está en apuntar las aspas hacia una ventana abierta durante la noche. Y lo primero que vamos a explicar es el por qué esto es eficaz para reducir la temperatura de la estancia: orientar el ventilador hacia la ventana abierta ayuda a expulsar el aire caliente acumulado durante el día, especialmente en esa franja horaria del día en la que el sol se ha ocultado y nos ha liberado de su efecto. La temperatura exterior es más baja y por tanto resulta conveniente hacer circular el aire del interior hacia afuera y que el aire exterior se adueñe del hogar.

Al optar por esta disposición, lo que se hace es obligar al ventilador a trabajar como elemento que expulsa el aire caliente existente en la habitación donde se ponga en práctica este método. Con ello se favorece que entre aire más fresco desde otras zonas de la casa y desde el exterior. Y es que para magnificar el efecto de este método lo ideal sería contar con una corriente de aire cruzada.

Para ello, bastará con abrir una ventana en el lado opuesto del domicilio a la ventana abierta contra la que tengamos apuntando el ventilador, ya que con ello se logra que se mueva todavía más aire y por tanto se renueve, obligando a salir al calor que permanecía estancado en la habitación.

Se trata de un modo de enfriamiento con cimientos sólidos en la ciencia y que, pese a su impacto inicial por ir en contra del uso original pensado para el ventilador, se ha demostrado efectivo para reducir el calor desde dentro. Expulsar el aire caliente y dar paso al frescor que trae la madrugada y el respiro de la bajada de las temperaturas nocturnas es algo al alcance de la mano con un simple giro de 180 grados al ventilador.