Tecnología
Diez claves para educar a tu hijo en el uso saludable de la tecnología
Evitar el acceso de los niños no es la solución, ya que su uso no tiene por qué ser perjudicial siempre que no se deje de lado otras actividades
La tecnologíaforma parte de la vida de las personas, también de la de los niños. Esta es una realidad que se debe tener en cuenta a la hora de educar a los hijos porque, según los expertos, pretender mantenerlos alejados de los aparatos no es la solución. Si su uso es responsable, es decir, no se abandonan otras actividades de la vida normal (estudiar, hacer deporte, ir al colegio, relacionarse con los amigos o con la familia) no es perjudicial.
Por eso, educarles en su uso correcto se ha convertido en una obligación para los padres, que pueden verse perdidos en esta novedosa tarea. “La educación tiene como fin el óptimo desarrollo de las capacidades de los niños en un contexto futuro y ahí juega un especial papel la tecnología. No podemos pretender que los niños vivan al margen del uso de las nuevas tecnologías (TIC), puesto que cada vez ocupan más espacio en el día a día, y en la forma en cómo se relacionan e interactúan con los demás”, apunta Andrea Trujillo, psicóloga de Blua de Sanitas.
“Las nuevas tecnologías son buenas para una gran mayoría de cosas. Los problemas de las mismas surgen cuando abusamos o las empleamos mal, cuando no diversificamos con otras tareas o responsabilidades, o las usamos para acceder o enviar contenido que puede ser perjudicial”, señala Trujillo. Precisamente por ello, y con el objetivo de que los más pequeños se relacionen con la tecnología de la mejor manera posible, los expertos de Sanitas aportan diez claves que ayudarán a los padres a despejar sus dudas al respecto.
- Limitar el tiempo que pasa el niño frente a una pantalla. La infancia es una época fundamental en el desarrollo personal y social.El niño necesita explorar el mundo a su alrededor e interactuar con todo lo que le rodea, no únicamente con las pantallas.
- Evitar el sedentarismo. Se trata de alternar el tiempo de exposición de los pequeños a la tecnología con actividades físicas al aire libre. Sobre todo, porque la ausencia de actividad puede derivar en problemas como la obesidad infantil.
- El aburrimiento no tiene por qué ser malo. Los niños no necesitan estar entretenidos todo el día. Es importante fomentar otras actividades en las que puedan ocupar el tiempo libre y del ocio.
- Establecer zonas y horas libres de pantallas.No hacer uso de pantallas en el dormitorio ayudará a que no dificulte el descanso. Además, se recomienda dejar de utilizarlas una hora antes de irse a dormir, ya que pueden provocar alteraciones en la conducta del sueño que les impida descansar correctamente.
- Procurar evitar el uso de cascos. Es recomendable limitar el uso de auriculares para que el niño no se aísle de su entorno. Por supuesto, en caso de usarse, se ha de controlar el nivel de volumen para que no afecte de forma negativa a su capacidad auditiva.
- Controlar la distancia y el ángulo de visión.Mantener el dispositivo a la distancia correcta evita la fatiga en los ojos, así como otras lesiones oculares o dolores de cabeza. Lo recomendable es 30 centímetros para móviles y 40 para tabletas, así como una ligera inclinación de los dispositivos.
- Adoptar una postura óptima. Es fundamental que la espalda y cuello estén posicionados correctamente para proteger la columna de dolores o desviaciones en una época de especial importancia para su correcto desarrollo.
- Velar por la calidad de los contenidos. Ante la alta oferta de contenidos disponibles, hay que optar por los que puedan aportarle un conocimiento más allá del simple entretenimiento.
- Respetar los periodos óptimos. Existen momentos que son claves para que se produzcan determinados aprendizajes o avances. Si debido al abuso de la televisión, los móviles, los ordenadores o las tabletas, el niño no recibe la estimulación adecuada, podrían manifestarse dificultades en la adquisición de determinadas destrezas o habilidades.
- Predicar con el ejemplo. Este es el consejo más importante de todos y que depende exclusivamente de los progenitores. Los niños aprenden de lo que ven en casa. De poco servirá corregirles si ven que sus padres no utilizan bien la tecnología. Lo mejor es mantener un diálogo periódico sobre el uso que se da a los aparatos electrónicos y promover el uso responsable.
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