Tecnología

Tengo el iPhone 11 Pro, ¿merece la pena comprarme el 12 Pro?

Apple acaba de presentar sus nuevos dispositivos y ya son muchos que se plantean si merece la pena cambiarlos teniendo en cuenta el diseño, el potencial, la cámara o la pantalla

iPhone 12
iPhone 12APPLE INCvia REUTERS

Se podría decir que sí, que Apple ha cumplido con sus pronósticos. Durante los últimos meses, han ido apareciendo diversos rumores sobre los nuevos terminales de la compañía que, este martes, se confirmaron en un evento retransmitido por streaming. Los de Cupertino han aprendido a satisfacer las ilusiones de sus seguidores, algo que cada año demuestran con holgura. Si bien es cierto que no hay demasiadas diferencias importantes entre el iPhone 11 y el iPhone 12, la realidad es que todo parece indicar que han querido apostar por el 5G por encima del resto de cosas.

No obstante, sí que se dan algunas diferencias entre sus versiones Pro. De hecho, lo primer que llama la atención es su diseño. Apple nos ha acostumbrado, desde hace algunos años, a que sus dispositivos sean redondeados y mantengan un armonía con el resto de sus productos. En esta ocasión, ha querido romper con todo eso y ha recuperado la imagen del clásico iPhone 4, mucho más robusta y marcada. Además, en cuanto a los colores, no hay que perder de vista que los modelos Pro cuentan con los tradicionales plata, azul, dorado y grafito, mientras que tanto el mini como el básico, se quedan en blanco, rojo, negro, verde y azul, más propios de versiones SE.

Algo de lo que se suelen fijar muchos los usuarios es en la cámara. Tanto que se podría decir que bastantes de ellos optan por esta marca, precisamente, motivados por este aspecto. Pero, ¿ha cambiado mucho de un año para otro? A rasgos generales, no. Pero sí se pueden destacar algunas mejoras. El iPhone 12 Pro, por un lado, tiene un nuevo gran angular con lente de siete elementos y apertura de ƒ/1,6 que, además de ser el más rápido en un iPhone, mejora en un 27% el rendimiento al hacer fotos y grabar vídeos con poca luz. El ultra gran angular con campo de visión de 120 grados es perfecto para capturar desde lugares cerrados hasta paisajes inmensos, y el teleobjetivo con distancia focal de 52 mm y zoom óptico de cuatro aumentos resulta ideal para hacer retratos.

iPhone 13 tendrá un modelo de 1TB
iPhone 13 tendrá un modelo de 1TBlarazonAP

Por otro lado, las cámaras del iPhone 12 Pro Max llevan la experiencia pro a otro nivel. El nuevo gran angular con apertura de ƒ/1,6 alberga un sensor un 47% más grande con píxeles de 1,7 μm, lo que supone una espectacular mejora del 87% en condiciones de poca luz. También incluye un fantástico ultra gran angular y un teleobjetivo con 65 mm de distancia focal que da aún más flexibilidad a la hora de centrar el encuadre en el sujeto. El zoom de todo el sistema asciende a cinco aumentos. Además, las mejoras en el modo Noche, que ahora también está disponible en la cámara TrueDepth y el ultra gran angular, llenan las fotos de luz. Y el timelapse en este modo aumenta el tiempo de exposición para que los vídeos sean más nítidos, las estelas de las luces estén mejor definidas y se obtengan mejor resultados con un trípode en condiciones de poca luz. Deep Fusion, que ahora es mejor y más rápido, se amplía a todas las cámaras, y con el HDR Inteligente 3, las imágenes de los usuarios transmiten realismo incluso en las composiciones más complejas.

La gran diferencia con el iPhone 11 la vamos a encontrar en los sensores Lidar, que incorporan de nuevas. Esta tecnología mide la distancia de la luz y usa la información de la profundidad de píxeles de las escenas para ofrecer experiencias de RA más rápidas y realistas. También hace que el enfoque automático sea seis veces mejor en condiciones de poca luz, para una mayor precisión y reducir el tiempo de captura al hacer fotos y grabar vídeos. Este hardware avanzado, combinado con la potencia del Neural Engine integrado en el chip A14 Bionic son los responsables de que ahora se puedan hacer retratos en modo Noche con un magnífico efecto bokeh.

Las pantallas del iPhone 12 Pro (6,1 pulgadas) y el iPhone 12 Pro Max (6,7 pulgadas)
Las pantallas del iPhone 12 Pro (6,1 pulgadas) y el iPhone 12 Pro Max (6,7 pulgadas)APPLE INC. / HANDOUTEFE

La pantalla gana

En cuanto a la pantalla, localizamos una mejora relativa, pues en la edición anterior, tan sólo gozaban de la tecnología OLED los modelo Pro, algo que ahora se ha extendido a todos. Éstas son, además, Super Retina XDR y más grandes, con bordes reducidos y extendidas por todo el frontal del iPhone 12 Pro (6,1 pulgadas) y el iPhone 12 Pro Max (6,7 pulgadas), que mantienen unos tamaños similares, gestionan el color en todo el sistema para ofrecer una precisión líder en el sector. Por si fuera poco, el iPhone 12 Pro Max tiene la mayor pantalla y la mayor resolución hasta la fecha en un iPhone, con casi 3,5 millones de pixeles que proporcionan una experiencia visual real como la vida misma. Estas pantallas OLED alcanzan hasta 1200 nits de brillo para que los vídeos con HDR sean un regalo para la vista.

Los modelos de iPhone 12 Pro son los primeros del sector con clasificación IP68. Esto significa que se pueden sumergir hasta 6 metros durante un máximo de 30 minutos y que están protegidos frente a salpicaduras de líquidos como café y refrescos.

Mas potencia

Aquí la diferencia es clara: el iPhone 11 Pro contaba con el chip A13 Bionic y el iPhone 12 Pro con el A14 Bionic. ¿Esto que quiere decir? Básicamente, que los nuevos dispositivos tendrá un rendimiento superior. A14 Bionic es el primer chip para un smartphone fabricado con un proceso de 5 nanómetros y está a años luz de la competencia: es más rápido y eficiente que nunca. Tiene la CPU más rápida y una GPU con hasta un 50% más de velocidad que los mejores chips de otras marcas, lo que se traduce en juegos con gráficos dignos de consola, potentes funciones de fotografía computacional y muchas otras prestaciones, todo ello sin renunciar a una gran autonomía. El A14 Bionic sube el listón en cuanto a aprendizaje automático gracias a un Neural Engine de 16 núcleos, lo que supone un incremento del 80% en el rendimiento, y puede realizar 11 billones de operaciones por segundo incluso en los entornos más exigentes.