Tecnología

Lo que más nos ha gustado del nuevo iPhone 12… y lo que menos

Finalmente Apple ha presentado su nuevo smartphone y viene con muchas e interesantes novedades.

Los fanáticos de Apple llevan 364 días esperando este móvil. Sea por el 5G, por un nuevo diseño inspirado en el iPad Air o por sus cualidades, el iPhone 12 ha sido uno de los terminales que más especulaciones ha generado. Y después de la presentación hay algunos motivos para darse por satisfechos.

Dejando de lado que todas las presentaciones de todas las grandes tecnológicas hablan del microchip más potente del mercado, el A14 Bionic de Apple tiene mucho que contar. Es el primer smartphone en incorporar un microchip con una arquitectura de cinco nanómetros, lo que significa que tiene más espacio para colocar las “neuronas” o transistores. En total: 11.800 millones de ellos, un 30% más que los microchips que aún operan con siete nanómetros. Con estos datos sólo, no es extraño que Apple señale que es hasta un 50% más rápido, tanto en en su tarjeta gráfica como en la CPU y que su motor neural (la IA del chip) adelante en un 80% a sus rivales.

Tantas “neuronas” no sólo se distribuyen aquí. También afectan al procesador de imagen que eleva el sensor un escalón por los demás y capta un 87% más luz. Si a eso unimos su inteligencia artificial, quienes piensen que los 12 MP de cada uno de los lentes principales del iPhone Pro y el iPhone Pro Max son pocos megapixels, deberá pensarlo seriamente. No todo es resolución y en este caso, Apple lo demuestra de modo muy claro.

Un ejemplo es su nuevo estabilizador de imágenes: es capaz de compensar por el movimiento de la mano o de un vehículo llevando a cabo hasta 5.000 microajustes por segundo.

También permite trabajar en formato RAW, tanto vídeo como foto (gracias a Apple ProRaw). Esto significa básicamente que los fanáticos de la fotografía podrán trabajar con la imagen a un “nivel microscópico”, cuando otros formatos no permiten alterar tantos detalles. Por si fuera poco, el sistema de imagen DeepFusion procesa las fotografías pixel por pixel, teniendo en cuenta el tono, el color, la luz y el objeto.

Los vídeos, obviamente 4K y 60 fps, permiten detectar hasta 60 veces más colores y trabaja con el sistema de sonido Dolby Vision. De hecho es el primer teléfono que permite capturar, editar y compartir con este formato. Finalmente, en el aspecto cámara, cuentan con el sensor LIDAR, un escáner que analiza cómo la luz se refleja en los objetos. Gracias a ello es capaz de enfocar en un instante (seis veces más rápido que modelos anteriores) y aumentar la nitidez y los detalles en modo nocturno. El sensor LIDAR facilita también el uso de aplicaciones de realidad aumentada.

Y ahora sobre el exterior. Gracias a un nuevo proceso con cristales de cerámica (Ceramic Shield) el iPhone es hasta cuatro veces más resistente a las caídas, sin por ello perder una terminación que lo asemeja en vista al cristal, aunque carece de los defectos de esta superficie (suciedad y fácil de resbalar). Su diseño es muy similar al iPad Air, con bordes rectos y colores menos clásicos de lo habitual.

Sin adaptador

En el otro lado de la balanza nos ha llamado la atención que, si bien aceptaran finalmente cables con USB-C y lightning, estos parecen no venir con un adaptador. En la caja irá solo el móvil y el cable (tampoco cascos). La decisión puede tener que ver con la intención de Apple de ser 100% neutra en emisiones de CO2 en 2030 no sólo en sus oficinas, sino en toda la cadena de producción. En primera instancia puede que sea un incordio y hasta nos hace cuestionar la velocidad de carga, teniendo en cuenta la necesidad de usar accesorios originales para que los algoritmos de carga rápida, trabajen adecuadamente. Pero…la verdad, tenemos tantos adaptadores en casa que no es un problema tan grave. Sí es llamativo: Apple se ha distinguido desde hace años por decisiones polémicas. Algunas les han salido bien y otras… no tanto. Quizás esta, a largo plazo sea una de las buenas. Lo veremos en los próximos meses.

Lo que sí está claro es que con o sin adaptador, el nuevo iPhone 12 tiene mucho de lo que esperábamos de él. Al menos hasta que lo sometamos a nuestras propias pruebas.