Ciencia y Tecnología

Día del hij@

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Día del hij@larazon

Falta muy poco para celebrar un año más el día del padre. Pero sin los más pequeños de la casa no habría nada que festejar. por eso, nos adelantamos y proponemos los «juguetes» más tecnológicos para niños.

Con la educación en mente

Mr. Plinton es un personaje que llega a las manos de niños y niñas completamente en blanco. Pueden pintarlo como quieran y cuantas veces quieran. Luego, mediante una aplicación propia, comienza el verdadero viaje, donde este muñeco pasa a formar parte de un mundo de realidad aumentada en el que hay que cumplir diferentes misiones de contenido educativo. Lo interesante es que la «app» no consume datos, no precisa estar conectada y tiene un tiempo de juego límite.

Un monstruo que no es una pesadilla
La hora del cepillado es una auténtica pesadilla. Siempre hay algo más importante que hacer en ese momento. Para evitar esto, una opción es el Brush Monster, un cepillo de dientes inteligente que juega con la realidad aumentada para promover la salud dental. Los monstruos que ven los niños, cada día diferentes, se van con un buen cepillado. Es un dispositivo interesante ya que promueve la independencia y su «app» permite realizar un seguimiento de la salud bucal.

El dinero no cae del cielo

Que levante la mano el padre o la madre que no le ha dicho esta frase a su hijo. O que no la ha escuchado. Enseñarles el valor del dinero es fundamental y eso es para lo que sirve Pigzbe, una hucha inteligente. Mediante una moneda digital, llamada Wollo (en nada parecida a los bitcoines), los más pequeños aprenden a administrar su dinero de acuerdo a tareas, juegos y objetivos. Los mayores pueden transferir más «monedas» dependiendo de las tareas realizadas. Pese a estar conectado a la red es el primer producto familiar basado en la tecnología «blockchain».

Robot «apila»

No, no es una falta de ortografía: el Tacobot es un robot apilable. Sus diferentes componentes se pueden poner uno encima de otro para crear personajes completamente diferentes y con propósitos distintos. Tiene sensores de sonido, ultrasónicos y de luz, accesorios como catapulta o cubiertos y hasta es compatible con piezas de Lego. Sirve para aprender a programar, a construir y también a ser responsable: la catapulta tienta mucho.

Con las manos en la masa... eléctrica

¿A qué niño o niña no le gusta la plastilina? Y si a eso le agregamos que conduce la electricidad, la curiosidad está servida. Eso es precisamente lo que hace Electro Dough. En la caja hay 20 luces Led, pinzas, cables, moldes y seis plastilinas de diferentes colores para crear un mundo eléctrico. Pero sin correr ningún riesgo. También existen versiones que reemplazan la masilla por «slime», esa gelatina de consistencia desagradable, pero que a los peques les encanta.

Ozobot

Hay juguetes por los que uno quisiera volver a la infancia. Ozobot es uno de ellos. Básicamente se trata de un pequeño robot, tiene el tamaño del puño de un niño pequeño y se puede programar mediante una tablet o el móvil. Pero no se conecta por «wifi» o «bluetooth», hay que ponerlo encima del dispositivo para que descargue la información. Puede seguir una ruta, dar vueltas, cantar, sortear obstáculos o todo eso al mismo tiempo. A medida que las habilidades del pequeño avanzan, más capacidades tiene Ozobot y más configuraciones puede tener en su rostro: bigotes, rizos, pelo largo, coleta, etc.