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La «smart city» y su caballo de Troya

El coche puede ser una puerta de entrada de «malware» para las ciudades inteligentes

Los coches inteligentes pueden ser una vía de entrada al «malware»
Los coches inteligentes pueden ser una vía de entrada al «malware»larazon

Se estima que queda 10 o 12 años para que el 60% de la humanidad viva en verdaderas ciudades inteligentes, como han apuntado desde Panda Security, en las que los dispositivos digitales que llevemos con nosotros, desde un móvil hasta un coche conectado a Internet, servirán como llave de acceso a cualquier lugar.

En la compañía de seguridad se han planteado qué pasaría si alguien decidiese atacar a toda una ‘smart city’ usando el mismo principio del ‘caballo de Troya. Como explican, la forma en la que se propague el ‘malware’ sería similar a la polinización.

La evolución, explican, ha hecho que las flores tengan unos colores vivos y unos aromas especiales, para que los pájaros e insectos se sientan atraídos por ellas. Así, cuando se posan sobre sus pétalos se impregnan de su polen y, cuando se acercan a otra flor, forman parte del proceso de polinización.

Es decir, aunque las flores son incapaces de moverse por sí mismas, son capaces de reproducirse con la ayuda inconsciente e involuntaria de terceros. Con muchos virus informáticos pasa algo similar, como apuntan en un comunicado.

Cuando se cierran todas las conexiones de Internet de un dispositivo, los virus necesitan que algo o alguien los transporte y los ‘deposite’ en otro lugar. Aunque el mayor vector de ataque en este ámbito es Internet, los investigadores de Panda Security apunta que hay que ser precavido con elementos que no están, aparentemente conectados a la red, como con un USB abandonado en la calle.

En una ciudad inteligente, todos los dispositivos, desde los ‘smartphones’ de los ciudadanos hasta los mismos coches que conducen, estarán conectados. Y estarán generando una gran cantidad de información, que se almacenará en las propias ciudades y se compartirá con otras ‘smart cities’ para mejorar, entre otras cosas, el tráfico de personas entre ellas.

Cada vez somos más conscientes del mal uso que pueden hacer de nuestros datos personales los ciberdelincuentes, pero, como piden desde la compañía, cabe imaginar qué pasaría si se usasen los coches como caballos de Troya para transportar ‘malware’ de una ciudad a otra.

Si este virus, como explican, se instalase en cientos o miles de coches, podría utilizarse para hacer un Ataque por Denegación de Servicio (DDoS, por sus siglas en inglés) y, por ejemplo, poner todos los semáforos de una ciudad en verde.

Por todo ello, «los arquitectos que diseñan las ciudades inteligentes de hoy y del futuro deben plantear los retos de la ciberseguridad en todos sus diseños», como apunta Global Retail Product Manager de Panda Security, Hervé Lambert.

Los fabricantes de hardware y los regidores de las ciudades inteligentes deben, como explica Lambert, «concienciarse de la importancia de instalar dispositivos a los que se les pueda instalar antivirus, hacer auditorías de ciberseguridad y actualizaciones constantes, que son la única forma de proteger las ciudades de posibles ciberataques».