El «low cost» de Apple

Se vuelve mini en precio, pantalla y en impacto ambiental, pero no en prestaciones. La compañía de Cupertino no quiere quedarse atrás.

Ya está aquí. Tal y como adelantábamos el pasado 11 de marzo, Apple ha presentado su nuevo iPhone SE, con una pantalla de cuatro pulgadas, un procesador A9 (tres veces más veloz que el del iPhone 5 y el mismo que utiliza el 6S) y un coprocesador M9, una cámara de 12 megapíxeles, capacidad para grabar vídeo 4K, Siri actualizado, Live Photos, FaceTime HD con cámara delantera Retina Flash, Touch ID... Es decir, que incorpora parte de la tecnología del 6S presentado el pasado mes de septiembre, pero en el tamaño de un 4S. Según ha anunciado Greg Joswiak, vicepresidente de Apple, es un 50% más rápido que el iPhone 5S.

Por primera vez desde que lanzó el primer iPhone, Apple se ha saltado su guión para anunciar un nuevo smartphone, el SE, apenas seis meses después del último modelo.

¿A qué se debe esto? Las explicaciones que dan en Cupertino son varias: muchos de sus clientes siguen enamorados del tamaño cuatro pulgadas, para gran parte de los usuarios (el 45% a nivel mundial) un iPhone es el primer teléfono y querían lanzar algo nuevo y bueno (léase con Apple Pay, 4K, Siri, etc.). Pero la razón es una: mercado. Por un lado, la mayoría de los grandes de la industria presentan varios modelos al año y el reciente Mobile World Congress trajo mucho revuelo en la prensa. Apple no quiere quedarse atrás. Y, por otro lado, tanto en China como en la India, países fundamentales para Apple, el tamaño cuatro pulgadas es objeto de deseo aún. Así, Apple se vuelve mini y recupera, actualizado, el sabor cuatro pulgadas.

En rigor de verdad se trata, casi en toda regla, del hermano pequeño del iPhone 6S, sólo que aún no le dejan jugar solo... Es decir, no tiene pantalla 3D Touch, pero, en lo demás, es casi idéntico. Por eso, lo más justo es compararlo con su tío, el iPhone 5.

Al contrario de este último, el SE no tiene plástico en su diseño, lo que le da un toque de alta gama.

Su procesador A9 (el mismo que el iPhone 6S) prácticamente duplica la potencia del iPhone 5 y triplica la potencia GPU.

Mientras la versión 5S no tenía NFC, en este nuevo teléfono sí está incluido. Esto significa que llega Apple Pay a las 4 pulgadas. Tampoco falta Siri, módem LTE (un 50% más rápido que el del iPhone 5s), bluetooth 4.2 y WiFi ac. Tiene una cámara 12 MP (la del iPhone 5S era de 8 MP), que, en modo panorámico, llega a los 63MP. Y, por si fuera poco, graba en 4K.

El SE llega en dos modelos, el de unos escasos 16 GB y el más aceptable de 64. En cuanto a diseño, es un híbrido entre su hermano mayor y su inspiración: tiene el grosor del último y los bordes redondeados del 6S. Claro que cuesta casi la mitad que el 6S Plus: unos 340 euros en la versión 16 GB y 440 el de 64 GB. Estará disponible, a partir del 24 de marzo, en gris espacial, plata, oro y oro rosa.