Ingeniería
Un enjambre de cucarachas-cyborg
Investigadores de la Universidad de North Carolina diseñan insectos-robot para inspeccionar zonas de terremotos en busca de supervivientes
Los comportamientos de los animales, sus movimientos y la forma de desenvolverse son fuente de inspiración recurrente para los ingenieros a la hora de crear robots. Son los conocidos como biobots o “biorobots”, pequeños aparatos con numerosas aplicaciones, entre ellas las de llegar a donde el ser humano no alcanza.
El último invento es el de científicos de la North Carolina State University, Estados Unidos, que han presentado un software y un hardware que permitirá usar drones e insectos cyborg para explorar zonas de difícil acceso o desconocidas pero, sobre todo, para colarse en todos los huecos en lugares afectados por desastres naturales, especialmente terremotos.
Entre otros animales-robot pensados para colarse por las grietas de un edificio derrumbado está una cucaracha-robot dotada de una cámara, que perfecciona un modelo previo desarrollado por ingenieros rusos, y que será movida por control remoto.
«La idea es liberar a un enjambre de equipados con sensores en un edificio colapsado u otra zona peligrosa,« explica Edgar Lobatón, un profesor asistente de Ingeniería Eléctrica y de Computadora en NC State University y coautor de dos artículos describiendo el trabajo, en unas declaraciones que recoge la agencia EurekAlert.
«Usando tecnología de control remoto, planeamos restringir el movimiento de los biobots a un área definida», dice Lobatón. «Esa zona se definiría de acuerdo a la proximidad a un transmisor en el drone. Por ejemplo, podríamos prevenir que los biobots estén a más de 20 metros del drone.»
De esta manera, los biobots se moverían libremente dentro de esta área y enviarían una señal a los investigadores a través de las ondas de radio cuando se hayan acercado los unos a otros, con lo que el software podría convertir los datos de los sensores a un bosquejo del área que se está explorando.
Una vez que el programa ha recibido suficientes datos para crear el mapa del área definida, el drone se movería hacia adelante para posicionarse sobre la siguiente sección adyacente que no ha sido explorada.
«Una señal de radio fuerte desde el drone podría penetrar en cierta capacidad hasta dentro de un edificio derrumbado, manteniendo el enjambre de biobots dentro del área definida. Y mientras podamos obtener una señal de alguno de los biobots, seríamos capaces de recuperar datos del resto del enjambre. Basado en los datos experimentales, sabemos que vamos a perder algunos de los biobots, pero esto no debería impedir que recuperemos suficientes datos para producir un mapa de la región que se está explorando», concluye el autor del proyecto.
En las pruebas realizadas, dejaron que los robots exploraran un laberinto, y en vez de un transmisor en un drone se usó una cámara montada a dos metros sobre el laberinto y una pequeña cerca para mantener los robots in el área definida que fueron conectados a una plataforma con ruedas. La plataforma fue movida mientras los robots creaban un mapa de la zona que estaban explorando.
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