Nadal vence a Khachanov e iguala la eliminatoria con Rusia: todo queda pendiente del partido de dobles

Nadal avisó: "Hay que entender el nuevo formato de la competición". Es decir, cada punto es oro. El dobles, por ejemplo, cuenta en esta Copa Davis inventada por Piqué una tercera parte de la eliminatoria, cuando antes era una quinta parte. Hay que aprovechar las oportunidades... Y Roberto Bautista no lo hizo en el primer duelo del España-Rusia ante el combativo Rublev, que se acabó llevando un encuentro agónico en el tie break del tercer set (3-6, 6-3 y 7-6 [9/7]), donde el español no logró sumar ni un punto. Fue un 7-0. Increíble, con todo lo que había sufrido. Nadal salió envalentonado ante otro oponente de cuidado como era Khachanov, al que venció por 6-3 y 7-6 para poner las tablas y que todo quedara pendiente del partido por parejas. Con decisión empezó el balear para igualar la contienda con los rusos. Llega rodado en pista dura y cubierta después de la Copa Masters, en la que fue de menos a más, y aunque no está fino, fino, tampoco necesita mucha adaptación. Luego tiene a favor su capacidad de saber sufrir, de pelear en los momentos calientes y delicados. Estos llegaron en el segundo set, después de que el primero se lo llevara con una rotura temprana que supo mantener. Hubo pelea, pero con el ruso siempre por detrás. Remó el joven de 23 años ante la leyenda española para nada con los estacazos que suelta desde el fondo.

Pero tampoco se rindió por ello. Las dificultades llegarían en el segundo parcial, con 3-4 en contra del zurdo y bola de break. Es en esas situaciones en las que se suele concentrar más con el servicio. Se pensó mucho qué iba a hacer y el resto llegó defectuoso del otro lado de la cancha. Khachanov seguía presionando con su tenis potente y Nadal presumió de piernas. La derecha del español, cuando se metía en pista, funcionaba, pero desde el fondo se quedaba algo corto, lo que es sinónimo de tener que hacer un esfuerzo extra. Sacaba el puño Rafa, se animaba y lo animaba el capitán Sergi Bruguera, y también la afición, que ve en él al ídolo de los ídolos. Los tonos más taurinos los tocó la charanga durante su partido de Rafa. Cómo no admirarlo cuando la ruptura en el primer set llegó con un passing de revés en carrera marca de la casa. Superado el mal trago de la segunda manga, todo quedó pendiente de un tie break, de nuevo territorio del manacorense. En él exhibió buenas piernas y mucha decisión cuando estuvo 4-5 abajo o 6-7, con pelota de set en contra. Su saque lo rescató ahí. El puntazo fue para ponerse 8-7, con un revés abierto y otro paralelo espectaculares. Después lo remató. Sin su mejor versión tenística, Nadal ganó porque sí. Él es así. Ahora la primera eliminatoria está pendiente del partido de dobles, que va a acabar de madrugada.