Madrid 2020

Tokio, entre el músculo económico y Fukushima

Tres de los componentes de la candidatura japonesa
Tres de los componentes de la candidatura japonesalarazon

BUENOS AIRES- Naoki Inose, el gobernador de Tokio, quiere dar ejemplo y a sus 66 años salió a correr por Buenos Aires tres kilómetros un día antes de la elección de la sede para los Juegos de 2020. Es el segundo intento consecutivo de la capital de Japón. «Estoy tranquilo», dijo, pese a que hace poco tuvo que pedir perdón por afirmar que los países islamistas «sólo tienen en común a Alá y que combaten unos con otros», en relación a la candidatura de Estambul. El peor eslogan que pudo dar a los suyos, sobre todo teniendo en cuenta una posible segunda vuelta contra Madrid si la opción turca cae a la primera.

El problema que tiene que afrontar ahora Tokio es Fukushima. Entre los miembros del COI se ha extendido la duda de cómo pueden afectar los escapes de agua contaminada que han aparecido e Inosa se ha encargado de aclararlo todo en las reuniones privadas que ha tenido con ellos, y lo hará mañana en la presentación final. Admitió que había un problema, pero que el Gobierno se va a hacer cargo y que tienen 500 millones de dólares para asumir esa situación, que, asegura, no es tan grave como podría parecer, ya que el «nivel de radiación no es mucho mayor que el de París, Nueva York o Londres».

Precisamente ahí, en el tema económico, es donde saca pecho la apuesta japonesa para 2020. Es su gran punto a favor y lo explota. «Teniendo en cuenta la situación económica mundial y los recursos que hacen falta para organizar esta fiesta ha quedado claro que Tokio puede hacerlo. «Somos el socio ideal para el COI», afirma Inose. «Tenemos 4.500 millones en el banco para destinarlos a los Juegos Olímpicos. Y es dinero que hemos ahorrado de la época buena, no es que vayamos a quitarlos del presupuesto, por lo que no supondría un aumento de los impuestos para los japoneses», prosigue.

Tokio, además, presume de tener un trasporte de los mejores y mucha seguridad, ya que «si se te olvida la cartera en un taxi, va a aparecer, nadie la va a robar». Han aprendido del fracaso de 2016 y ahora han mostrado una ciudad mezcla de tradición y modernidad, y tienen un alto apoyo popular. «Seguridad y certeza», apuntó Inose como puntos clave.