Toros

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Andrés Roca Rey: «Vuelvo pisando fuerte el acelerador, con las ideas claras»

«A Madrid hay que ir dispuesto a quitarse la vida y aquella tarde era el día clave». «Siempre intentas conseguir la faena perfecta, pero siempre le falta algo»

Andrés Roca Rey: «Vuelvo pisando fuerte el acelerador, con las ideas claras»
Andrés Roca Rey: «Vuelvo pisando fuerte el acelerador, con las ideas claras»larazon

Aún no ha cumplido un año de alternativa y su nombre suena por todos los rincones taurinos: Andrés Roca Rey.

Aún no ha cumplido un año de alternativa y su nombre suena por todos los rincones taurinos: Andrés Roca Rey. Con él hablamos por teléfono cuando se encuentra de camino a Palencia, donde regresa hoy a los ruedos tras la grave voltereta que sufrió el 18 de agosto en Málaga.

–¿Cómo se encuentra?

–Mejor. Estos días los he pasado bastante mal porque no podía caminar. Y después estaba el problema de la cabeza del que también me encuentro mucho mejor. Estuve tres días con lagunas, no me acordaba de nada.

–¿En qué ha incidido para acelerar la recuperación?

–En el entrenamiento psicológico porque la única forma de curar lo de la barriga era con descanso y reposo, y había que cumplirlo. Ya el lunes comencé a torear de salón y ayer, por fin, fui al campo.

–¿Cómo recuerda la tarde de Málaga donde fue volteado?

–No me acuerdo de casi nada. A partir de la voltereta y hasta el día siguiente que me desperté, no sé lo que pasó.

–¿Vuelve con más fuerza para pisar el acelerador y alcanzar el rumbo del éxito?

–Ha sido una gran temporada por todos los triunfos, pero también ha sido muy dura por circunstancias que han pasado como la muerte de varios amigos toreros. Y sí, vuelvo pisando fuerte ese acelerador, con las ideas claras.

–Diecinueve años y la gloria en sus manos, ¿a qué sabe el éxito?

–Cuando sales de una plaza importante y sabes que lo que has conseguido no es un triunfo cualquiera, que te has vaciado por dentro, que te has ido del ruedo habiendo dado todo lo que tenías para dar, que no te has dejado nada atrás, es la gloria.

–¿Cuál es su mayor virtud?

–La comunicación. Trato de hablar con la gente que sabe, coger opiniones para preparar la mente, sobre todo en días importantes.

–¿El valor sigue intacto?

–El valor es algo natural, que viene de la mente. Hay que estar concienciado de que en días importantes te tienes que arrimar, sacar ese valor para dar lo mejor de ti.

–Dicen que los toreros son de otra pasta.

–Cada uno hace lo que puede, y cada profesión tiene sus momentos difíciles y no tan difíciles. El mundo del toro es dificilísimo, un mundo muy bonito que cuando te engancha te hace cambiar, te hace más fuerte, más hombre desde el primer día, por ello, me imagino que se dice eso.

–¿Siente presión por encabezar la regeneración del toreo?

–Es una responsabilidad y una presión, claro está, pero buscada, porque es lo que yo quiero: tratar de estar en las ferias, los carteles y las plazas más importantes. Es lo que llevo soñando toda la vida. No puedes dejar que esa presión te impida alcanzar esos sueños.

–Si 2015 fue de triunfo, 2016 está siendo de órdago. Volvió a Madrid tras salir por la puerta grande como novillero. Confirmó alternativa y triunfó. ¿Qué sintió aquella tarde?

–Madrid es una plaza que igual que da, quita. Hay que ir dispuesto a jugarse la vida. Y aquella tarde era el día clave, había que ir a darlo todo. Fue un sueño salir por esa puerta grande.

–¿Cómo suenan los olés de Las Ventas?

–No quieres que dejen de sonar. Es una sensación increíble.

–¿Es consciente del momento que está viviendo?

–Totalmente, y estoy disfrutando de cada momento, aprovechándolos y tratando de que las oportunidades no se me vayan de las manos.

–Santiago Martín «El Viti» dijo que «llegar a ser figura del toreo es casi un milagro», ¿se siente un hombre con suerte?

–Sí. Hasta el momento no puedo decir que la vida me haya tratado mal, aunque, para conseguir todo lo que he conseguido, hay que hacer esfuerzos bastante fuertes. Las cosas no son fáciles. La suerte es algo que se tiene que buscar, y si se busca, se consigue.

–Pamplona, Sevilla, Valencia...Cada plaza tiene su idiosincrasia y cada torero su personalidad, ¿en qué escenario ha encajado mejor Roca Rey?

–Yo trato de dar lo mejor de mí en todas las plazas, lo que pasa que hay ocasiones en las que el toro enviste más y otras menos. Yo me entrego independientemente de la plaza.

–¿Con qué triunfo se queda?

–Te podría decir muchísimos. Sería una tontería quedarme con uno porque todos te aportan algo.

–Y cuando no triunfa, ¿busca la soledad e intenta refugiarse en sí mismo?

–Me gusta saber la opinión de la gente cercana, conocer lo que opinan ellos, y una vez que me lo dicen, me gusta también encerrarme en mí mismo y pensar en lo que ha pasado para quedarme tranquilo.

–Su carrera ha alcanzado ritmos vertiginosos, ¿es mucha responsabilidad competir contra las figuras?

–Responsabilidad no, al contrario, me da felicidad y ganas de seguir adelante. Es lo que he soñado toda la vida y por lo que estoy aquí.

–¿Ha dado lo mejor de su toreo?

–Siempre hay algo que dar, hasta cuando uno se retira. Siempre intentas conseguir la faena perfecta pero siempre le falta algo.

–¿Qué le quita el sueño?

–Nada. Me gusta mucho dormir (ríe).

–¿Qué es lo que más teme cuando se pone el vestido de luces?

–La responsabilidad y el miedo que uno pueda sentir.

–¿Y con el miedo que tal se lleva?

–Son sensaciones difíciles, de que sabes que algo te puede pasar, que puedes perder la vida, del miedo a que un triunfo se te escape.

–¿Cómo logra vencerlos?

–Con mentalidad y preparación.

–¿Es supersticioso?

–Una persona que se juega la vida y está en riesgo constantemente es muy difícil que no tenga manías. Los humanos son seres frágiles y todas las personas que tienen actividades de alto riesgo tienen supersticiones.

–En numerosas ocasiones se ha ofrecido a renunciar a sus honorarios por una buena causa, ¿cree que eso engrandece el toreo?

–Este mundo siempre ha sido solidario, y yo creo que lo seguirá siendo. Yo lo soy.

– ¿Se ve sin torear?

–Me hubiese gustado ser cantante (ríe), pero por ahora, seguiré siendo torero.

–¿Qué le pide al toreo?

–Sobre todo, vivir el día a día. Es una profesión en la que se pasa miedo, con muchas responsabilidades, pero al mismo tiempo se disfruta muchísimo.