Toros
Antonio Ferrera indulta a «Liricoso» en Salamanca
El presidente le concedió el permiso de perdonar la vida al toro de Montalvo tras una poco contundente petición que generó la división de los tendidos
«Liricoso» de 535 kg y herrado con el número 42, acudió con prontitud y galopando al caballo, que montaba José María González. Desigual empleo en el peto en su único encuentro, cabeceando en algunos momentos, en otros empujando con fijeza. Mucho motor y codicia en la muleta, sacando extraordinario fondo. Muy torero Ferrera en su apertura por bajo, un látigo de seda en su muleta. Temple mando y ligazon en el manejo del extremeño. Vibrante conjunto. De mitad de faena para adelante Ferrera se vació en el toreo al natural, con varias tandas de trazo muy largo y vaciando por abajo, abandonado por momentos, precioso un cambio de mano. La olla se fue calentando y la gente empezó a pedir el indulto, siguió toreando el diestro, al final el presidente sacó el pañuelo naranja. «Liricoso» Excesivo premio.
Ferrera, se fajó con el cuarto, un toro rajado y con problemas en los cuartos traseros. Jugando a la perfección con las querencias, en terrenos de rayas, se estiró al natural, muy meritorio. Faena cerebral, de torero en sazón, como en el patio de su casa, labor de menos a más. Estocada entera caída, metiendo la mano con habilidad en la suerte contraria.
Pesó como una losa el indulto en la tarde, una controvertida decisión del palco presidencial, con división de opiniones. Ya nada fue igual. Se enfrió el ambiente en exceso con Castella en el segundo, como una gota fría, típica de esta hoja del calendario, un volver a empezar. Un toro con movilidad y rebrincada embestida, al que el de Beziers le hizo una faena en una baldosa, fuera de las rayas, sin dejarse enganchar las telas. Se metió entre los pitones, a medida que el animal perdió fuelle. Casi media estocada, perdiendo la muleta.
Negro chorreado el quinto, apretado de carnes y prominente morillo. Esperó y cortó por el derecho en banderillas «Carabonita». Por aquellas alturas del festejo el público de La Glorieta ya estaba desconectado, sin opciones Castella decidió abreviar con el deslucido animal. Desafortunado con la espada, se sucedieron los pinchazos.
«Perejiles» muy aplaudido de salida, una lámina este tercero, romaneó en varas, bien sangrado, se empleó bien Agustín Navarro. Le faltó fuelle en la muleta, quedándose a mitad del muletazo. Entregado Ginés Marín le faltó toro, sin fortuna con la tizona, se atascó.
Aleonado, montado arriba el sexto. Escarbó y esperó con la cara entre las manos en banderillas. Eficaz en la brega Antonio Manuel Punta. Brindó Ginés Marín a «El Viti». Echó la persiana a las primeras de cambio «Avisador», que ya había avisado en su conducta en los primeros tercios. Porfía sin premio. Metió la mano con facilidad, dejando una estocada trasera y tendida.
Se han lidiado toros de Montalvo bien presentados, de parejas hechuras, ofreciendo un juego desigual, el 1º de nombre «Liricoso» de excelente juego fue indultado. Media entrada.
Antonio Ferrera, de azul marino y oro, vuelta al ruedo y oreja tras aviso.
Sebastián Castella, de azul eléctrico y azabache, palmas y silencio. Ginés Marín, de sangre de toro y oro, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
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