Cancelan el encierro previsto para noviembre en Los Ángeles

La organización de la versión estadounidense de los famosos encierros de San Fermín en Pamplona (España) canceló el evento previsto para noviembre en Los Ángeles al no obtener el permiso de las autoridades, informaron hoy los responsables en su página de Facebook.

El Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles rechazó la solicitud de la empresa The Great Bull Run para instalar unas gradas y unas carpas por entender que iban a ser usadas para desarrollar una actividad que "parece que viola la seguridad pública de forma razonable", según se explica en una carta enviada a la compañía.

"Es con gran tristeza que tenemos que cancelar nuestro evento en el sur de California. Habíamos firmado un contrato con un complejo ferial en el condado de Los Ángeles meses atrás y habíamos estado trabajando para conseguir todas las autorizaciones gubernamentales", comentó el cofundador de la empresa, Rob Dickens, en Facebook.

Dickens se quejó de que los motivos alegados por los bomberos para denegar el permiso van más allá del contenido de su solicitud que pedía instalar una carpa y unas gradas.

Se trata de la tercera tentativa de The Great Bull Run para llevar su encierro, junto con una batalla de tomates (como la Tomatina de Buñol en Valencia, España), al sur de California.

En principio estaba previsto que el evento tuviera lugar en Lake Elsinore en marzo, después en Temécula en junio, si bien en ambos casos las autoridades no dieron su visto bueno.

La empresa organizadora anunció que volverá a intentar presentar su encierro en el sur de California en 2015, aunque admitió que podrían no tener más opción que "limitar este evento épico al norte de California en el futuro".

The Great Bull Run lanzó su espectáculo en agosto de 2013 en Virginia y hasta la fecha ha celebrado nueve encierros, el último en el condado de Alameda, en el norte de California, el pasado 26 de julio.

Uno de los 3.000 participantes resultó arrollado por la manada de toros y quedó inconsciente debido a la embestida, aunque se recupera favorablemente, según publicó la prensa local.

Los participantes corren delante de toros de rodeo, no los bravos que se torean en las plazas, en una recta vallada de unos 500 metros.

Hasta el momento, según la organización, ningún asistente ha fallecido.

"Hemos visto menos heridas que las que se producen de media en un partido de fútbol americano universitario, y ninguna de ellas ha puesto en peligro la vida del afectado", dijo Dickens.