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Salamanca

Del Álamo: «Me juego la temporada en la Goyesca»

El mirobrigense torea la tarde del Dos de Mayo en Las Ventas, una plaza con la que se siente muy identificado, en el debut de Joselito como ganadero

Juan del Álamo pasea un trofeo en la feria de San Isidro 2014, en Las Ventas
Juan del Álamo pasea un trofeo en la feria de San Isidro 2014, en Las Ventaslarazon

Es el único salmantino acartelado en la Goyesca del Dos de Mayo junto a dos madrileños de cuna, Miguel Abellán e Iván Vicente. El de Ciudad Rodrigo salió a hombros en su debut en la feria de Fallas y llega a Las Ventas, la plaza con la «que más me he encontrado muy agusto», para dar ese paso definitivo en su carrera, antes de su comparecencia en San Isidro.

– ¿Cómo afronta la cita goyesca del Dos de Mayo?

–Bajo una responsabilidad muy alta porque me juego parte de la temporada en Madrid, contando con esta primera cita en la que tengo concentradas todas las migas y de la que espero mucho. Estoy con la conciencia puesta en que me juego mucho esa tarde y que lo que pase en Madrid puede formar parte de la temporada.

–¿Qué sensaciones tiene?

–Las sensaciones son de mucha angustia, con muchos cambios de humor pero bueno, es lo que supone una cita como ésta. Muchos altibajos en la forma de estar pero al final las sensaciones son buenas. He estado en el campo entrenando y estoy en un momento importante, donde he adquirido más madurez. Es el momento para dar ese paso definitivo.

–Su temporada puede depender de su paso por Madrid. ¿Cuáles son sus objetivos?

–Sobre todo, estar al nivel de exigencias, conseguir lo que me estoy proponiendo que es que llegue ese triunfo importante y me sirva para hacerme mejor torero y para posicionarme mejor en este principio de temporada. Esos son mis objetivos: hacerme más grande y mejor torero.

–En la feria de San Isidro 2014 le designaron como el «Torero Revelación». ¿Siente mayor presión por ello?

–Yo creo que Madrid, en mi caso, es la plaza que más me ha dado. Cuando apenas tenía corridas de toros, Madrid me puso a torear en plazas de primera, entrar en las principales ferias y es una plaza con la que me he sentido identificado y me he encontrado muy agusto. Tengo que ir con esas sensaciones, con las que me he quedado hasta ahora y con esas son las que voy.

–Cortó la primera oreja de la feria y su brindis fue nada menos que al rey Felipe VI. ¿Cómo vivió aquellos momentos?

–Fue difícil de expresar, no sólo como torero sino como español, que esté el Rey en la plaza y tú toreando yo creo que es algo muy importante para las personas que lo sentimos fue muy grande. Las sensaciones fueron muy bonitas y con una responsabilidad y exigencia máxima a mí mismo.

–Eso se transformó en el primer trofeo de San Isidro.

–Sí, corté la primera oreja de la feria y fue muy grande. Sumándolo a mi otra tarde, con Pedraza de Yeltes, el resultado final fue importante en mi paso por Madrid.

–Este año vuelve con la misma ganadería. ¿Qué significaría para Juan del Álamo un rotundo triunfo en Las Ventas en plena feria?

–En Madrid es difícil matar las mejores ganaderías, a priori porque luego nunca se sabe, si no tienes cabida en los carteles con esas ganaderías que pueden resultar ser las mejores, aunque luego nunca se sabe porque hablamos sobre el papel. De no ser así intento ir con una ganadería exigente, que transmita emoción, como yo creo que puede ser lo de Joselito y Pedraza de Yeltes porque están en un momento muy encastado, empujando mucho en los caballos y están teniendo mucha actitud en la plaza. Como a Madrid uno tiene que ir mentalizado a dar el paso de verdad, tiene que apostar también con estas ganaderías, que tienen casta y bravura. Madrid te quiere ver entregado y dispuesto en todo lo que haces, y el toro tiene que ser colaborador, y si no lo es, que al menos tenga ese punto de emoción que hace falta para que la disposición sirva de algo.

–¿Ha cambiado sus objetivos de este año respecto a la temporada pasada?

–Sí. Cada año alomejor puedes tener objetivos parecidos, pero según van pasando y vas consiguiendo más oficio y más madurez, te vas pidiendo y exigiendo más. Lo que sí tengo pendiente y quiero es estar en los carteles, en las principales ferias y ser un torero respetado. Ese es mi objetivo principal y en el que puedo coincidir con los años pasado.

–Este año, su primera gran cita fue en la Feria de Fallas donde debutó en la plaza y salió a hombros con una mala corrida de Fuente Ymbro. ¿De qué manera vivió ese primer gran triunfo?

–Yo creo que aunque fuera importante cortar dos orejas a principio de temporada y en una plaza de primera, es un éxito importante. Lejos de lo que yo puedo expresar todavía como torero, pero no cabe duda que esa racha de triunfos es la que hay que seguir y también en algunos momentos eso te puede servir como motivación para venirte arriba, sobre todo ahora que viene Madrid; pueden ser los momentos más difíciles del año y haber venido de triunfar en plazas de primera es bueno para mí y para todos los toreros.

–¿Cómo ha sido su preparación de la temporada?

–He hecho mucho campo, entrenamiento físico y toreo de salón, pero ahora centrándome en Madrid y, bueno, cuando empecé en Valencia también era matar toros, hacer mucho físico y querer estar metido en la profesión con la cabeza puesta en el toro.

–Porque prepararse mentalmente es casi o más importante que hacerlo físicamente...

–Sí, yo creo que para todos los toreros lo más importante es tener corridas a la vista, que es lo que te da motivación e ilusión. En mi caso, en el invierno cuando uno entrena con el sacrificio que uno hace, esa ilusión y esa motivación es únicamente por torear y por tener corridas de toros, que es lo que ilusiona más.

–Hay quienes no saben por qué se anuncia en los carteles como Juan del Álamo si su nombre es Jonathan. ¿Por qué decidió hacerlo así?

–A estas alturas no sé si se puede decir que también me llamo Juan (risas). Viene de mis inicios de cuando estaba en la escuela e inicié mi apoderamiento con Guillermo Marín y Jesús Benito. Empecé a salir de las novilladas a competir y queríamos un nombre que sonara más torero, así que buscando y buscando salió éste, a consecuencia de que al principio entrenaba en el Villar de los Álamos, la finca de Guillermo, –de ahí viene «Del Álamo»– y lo de Juan es la traducción al español de mi nombre. Cuando me llaman por mi nombre suele ser alguien más cercano, de mi familia, pero en esta profesión hay que buscar un sello propio y un nombre más identificativo porque como el torero no triunfe, no hay forma... (risas).