Espantosa cogida de Mariano de la Viña

Salía el cuarto de Montalvo, el segundo de Enrique Ponce, cuando saltó a escena Mariano de la Viña y ocurrió todo tan rápido que es difícil de relatar. El toro le cogió de primeras y ya fue espantoso, le lanzó por los aires y en el primer envite le dejó inconsciente. Hizo por él con toda la furia del toro recién salido de toriles y los momentos que se vivieron fueron absolutamente trágicos. Dejó un reguero de sangre sobre el ruedo espantoso, que dejó a la plaza helada. Conmocionada y sin palabras. Corriendo, de manera literal, se lo llevaron a la enfermería mientras salía la sangre a borbotones.

Perera, rastrillo en mano, salió a tapar la sangre del compañero herido.