Toros

Toros

Faena sublime del Juli, que sale a hombros

Antonio Ferrera y Roca Rey cortaron una oreja

El diestro Julian Lopez "El Juli"da un pase a su segundo toro
El diestro Julian Lopez "El Juli"da un pase a su segundo torolarazon

Lo más destacado de la tarde fue la completa, variada y sublime faena que le hizo Julián López a un gran toro de Zalduendo.

Plazas de toros de Almería, viernes, 25 de agosto. Tercer festejo de la Feria de la Virgen del Mar de Almería. Toros de Zalduendo. Nobles, los dos primeros, con clase en la muleta, el tercero, con dificultades el cuarto, excelente, el quinto. Más de tres cuartos de entrada. Antonio Ferrera, saludos y oreja. El Juli, saludos y dos orejas. Roca Rey, oreja y palmas.

Lo más destacado de la tarde fue la completa, variada y sublime faena que le hizo Julián López a un gran toro de Zalduendo. El Juli es un maestro del toreo. El temple no tiene secretos para él y así lo demostró en el ruedo almeriense ante el noble negro burraco, que salió en segundo lugar. Pero pinchó antes de dejar una estocada y perdió un posible trofeo. Al quinto, un bravo toro de Zalduendo, lo toreó con sus mejores cualidades en tandas con ambas manos, donde los pases resultaron sublimes en muchos momentos. Mató de estocada algo caída y cortó dos orejas a su excelente oponente.

Antonio Ferrera toreó con gusto y clasicismo a su primero con el capote. Con la muleta mostró las credenciales de su toreo añejo y sabio, templado y hondo. Falló con la espada y saludó desde el tercio. En el cuarto, volvió a poner de manifiesto una tauromaquia, donde la técnica y la inteligencia consiguieron extraer series de dominio y temple. Una oreja.

Andrés Roca Rey triunfa en todas las plazas. Su toreo es distinto. Entre Joselito y Belmonte. Entre Manolete y José Tomás, pero con su personalidad y estilo. En su primero, hizo una faena intensa, donde brillaron la quietud y el temple en las series con la derecha ante un enemigo noble y que seguía los engaños. Cortó una merecida oreja. Al sexto, lo toreó con excelentes verónicas. Con el sexto, no pudo lucir su toreo, ya que se encontró con un astado, que llegó al último tercio sin fuerzas y sin transmisión. El diestro peruano puso toda su voluntad, pero no se puede sacar de donde no hay. Fue el peor toro del encierro de Zalduendo.