Albacete

Filiberto y un gran lote

El novillero malogra con la espada las faenas a dos buenos novillos de Buenavista y resulta herido

Filibero, herido esta tarde al entrar a matar al quinto de la tarde
Filibero, herido esta tarde al entrar a matar al quinto de la tardelarazon

Albacete. Segunda de feria. Se lidiaron novillos de Buenavista, serios y bien presentados. El 1º, noble y soso; el 2º, bueno y bravo, repetidor y con fondo; el 3º, deslucido; el 4º, noble e informal por el derecho y complicado por el izquierdo; el 5º, gran novillo, noble, repetidor y de larga arrancada; y el 6º, bruto y soso. Más de media entrada en los tendidos.

Francisco José Espada, de azul cielo y oro, aviso, estocada caída (saludos); pinchazo, estocada, aviso (silencio). Filiberto, de turquesa y oro, pinchazo hondo, aviso, dos descabellos (saludos); cuatro pinchazos, aviso, pinchazo hondo, descabello (saludos). Álvaro Lorenzo, de coral y oro, pinchazo, media, dos descabellos (silencio); dos pinchazos, estocada corta (silencio).

Parte médico: Filiberto, herido en el gemelo de la pierna derecha con una cornada de 15 centímetros. Pronóstico menos grave.

Lo malo de esperar es que cuando las cosas no llegan, y muchas veces no llegan, se pierde un poco el rumbo. Ayer esperábamos mucho. Todo. Y más. En la segunda de feria saltó al ruedo de Albacete una corridita de toros, agradable por delante, dentro de unos límites, pero toros serios, hondos, musculosos y cuajados para tres novilleros. Tenía importancia. Así parece ser Albacete (me estoy haciendo a la plaza, cogiendo medida). Y eso engancha. Poco y bueno. Pero la Fiesta vive más saludable ahí. Y cuando las cosas ruedan, ocurren y el misterio que nos mantiene vivos a todos se desvela, aunque sea un poco, se sabe que ha sido de verdad. Que no era un simulacro o una farsa de esas que circulan peligrosamente por las redes sociales. El cartel tenía muchos ingredientes, muchos argumentos y tuvo dos novillos de Buenavista muy buenos que enlotó en el mismo pack. Gran suerte. La bolita mágica recayó en Filiberto, al que vislumbramos el oficio, para ligar una faena correcta, limpia y ligada a un segundo, que fue sensacional. Falló la espada, si bien es verdad que la chispa con el tendido tampoco se encendió, y con el descabello le levantó por los aires haciéndonos pensar que había lesión segura. Se salvó. Rozó más la química con el tendido con un quinto, que andaba suelto en banderillas pero que luego se iba para volver a volver en el engaño con franqueza y repetición. Un gran novillo. Una bendita oportunidad de oro. Filiberto sumó una buena cantidad de muletazos con temple y ligazón y volvió a pinchar. Se quedó sin triunfo y herido.

Álvaro Lorenzo se llevó el lote con menos opciones. El primero se cruzaba mucho con el capote y fue muy descompuesto con la muleta. El sexto, brutote y sin continuidad, remaba a contracorriente. Se aprecian cosas, pero apenas pudimos ver nada.

De Francisco José Espada tenía el recuerdo glorioso de Madrid. Ayer se llevó dos medios toros (novillos). Ni buenos ni malos ni todo lo contrario. Desiguales, informales, una vez regalaban una embestida larga y a la otra la cortaba a mitad de camino. El mismo molde siguió su actuación. Total, que este año, que es en gran parte el de los novilleros, y tiene mérito, nos quedamos con una sensación dispar. Lejos de lo esperado.